"Me informaron que Campbell había estado involucrado en un tiroteo con las autoridades del orden en la provincia de Limón, Costa Rica, y que había salido huyendo hacia la ciudad de San José, donde se cree que está ocultándose".
Mayo de 1996. Brian Maxwell, miembro de la Brigada de Fugitivos de la FBI (Oficina Federal de Investigaciones) tenía ya su primera pista sobre el paradero del hombre al que había tenido en la mira durante un año y cinco meses: Roland Lavar Campbell, uno de los 10 fugitivos más buscados en todo Estados Unidos.
Conocía de sus condenas por homicidio y allanamiento con fines delictivos, de su fuga de la prisión de Baltimore en 1991, de sus 16 asaltos bancarios y a oficinas postales en Nueva York, Connecticut y Pensilvania junto con la temida pandilla Los Cuarenta Ladrones y de los cargos en su contra por trasiego de cocaína.
Había recorrido cada rincón en el que imprimió sus huellas; entrevistó a sus amigos, familiares y cómplices; controlaba sus líneas telefónicas y mantenía vigilancia permanente en todos los lugares en los que se le había visto.
Portaba su fotografía y una descripción que rezaba: "Varón de raza negra; 1,83 de estatura; 83 kilogramos; pelo negro y ojos castaños; ojo derecho caído o adormecido; una cicatriz en el mentón debajo del labio inferior y usa gafas o lentes de contacto".
Sabía que su hombre era una especie de fantasma, que se esfumaba de cualquier ciudad utilizando al menos 24 identidades falsas diferentes, que reportaba11 posibles fechas de nacimiento y nueve números de seguridad social.
Tras la primera pista
A inicios de 1996, Maxwell recibió varios pasaportes, supuestamente utilizados por Campbell, que tenían su fotografía. Los documentos registraban varios viajes a nuestro país en los últimos cinco años.
El investigador tenía ahora un lugar en mente: Costa Rica. Y la sospecha empezó a convertirse en evidencia cuando recibió la confirmación que esperaba: Campbell había estado aquí desde julio de 1995.
Las consultas de rigor lo llevaron a conversar con el enlace de la DEA (Agencia de Lucha Antidrogas estadounidense) en Costa Rica para asuntos de fugitivos -no se revela su identidad por motivos de seguridad-.
Una intensa labor de inteligencia bastó para corroborar la presencia del fugitivo en suelo costarricense. De inmediato, se coordinó con la Policía Internacional (Interpol) y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para ejecutar la anhelada captura.
Así narró Maxwell los detalles de su investigación para dar con Campbell en una declaración jurada que consta en el expediente de extradición del fugitivo, en la Procuraduría General de la República (PGR).
El desenlace policial, ocurrido a las 10:30 a.m. del 30 de julio de 1996, tuvo como escenario los alrededores de una casa en Urbanización El Rey, en Cuatro Reinas de Tibás, donde el prófugo residía en calidad de turista.
Los residentes de la urbanización dieron por cerrado el capítulo y dan media vuelta cuando se les pregunta por el peculiar vecino.
Pocos días después de la detención, un equipo del programa televisivo estadounidense America's Most Wanted visitó nuestro país para recrear los últimos días de la persecución.
Lío de identidades
El conflictivo prófugo no dejó de dar problemas, aun tras las rejas. Tenía un as bajo la manga que salió a flote en medio proceso de extradición: decía llamarse Orlando David Campbell Allen, nacido en Pacuarito de Siquirres, Limón, el 5 de mayo de 1962.
Sus abogados, Daniel Jackson Freeman y Hugo Levy Mena, interpusieron extensas apelaciones acompañadas por certificaciones del Registro Civil en las que se ordenaba la inscripción de "Orlando David" como costarricense.
El presunto tico tenía también padres costarricenses: Hubert Alonso Campbell Campbell y Virginia Esmeralda Allan Farbs. Además, tres hermanos nacidos en San José, entre los cuales había una diferencia en las fechas de nacimiento de nueve meses y 22 días con respecto a uno y siete meses y seis días el otro.
Supuestos familiares de Campbell testificaron en la audiencia ante el Juez Tercero Penal, Gerardo Arturo Rojas Fernández, quien llevaba el caso. También se presentaron en la Procuraduría a contar su historia.
El lío de identidades se resolvió con varias pruebas de huellas dactilares, que siempre coincidieron con las del peligroso fugitivo.
El reconocimiento fotográfico también resultó positivo. Así lo narra el agente Maxwell en su declaración jurada: "Sé que esas fotografías son de Roland Campbell porque yo lo escolté para que compareciera ante un juez federal del Distrito de Maryland después de que se había puesto bajo la custodia del Servicio Federal de Alguaciles, después de que la FBI lo había arrestado en diciembre de 1995".
La decisión final la tomó el juez Rojas en una resolución dictada el 1 de octubre de 1996: "La prueba que consta en el expediente nos da la certeza de que el extraditable es de origen estadounidense y que la persona que se requiere en estas diligencias es la misma que se detuvo en Costa Rica".
El juez valoró la tesis de la defensa de que su cliente nunca pudo estar en Estados Unidos en la fecha en que se cometieron los crímenes por los que se le acusa. Para ello, aportaron el testimonio de cuatro personas que decían conocerlo desde hace varios años: Cherryl Arleen Ellis Garth, Roberto Rodney Rodney, Arthur Morales Morales y Franklin Delano Reid Williams.
"Entonces -se preguntó el juez-, ¿cómo cabe explicarse la existencia de las huellas dactilares y las fotografías que obran en el expediente, así como el certificado de nacimiento y la descripción del encartado? (...) Si los hechos ocurrieron durante 1991, la explicación racional es que los declarantes están faltando a la verdad o que los trámites que se siguieron en Costa Rica son de otra persona o que se ha faltado a la verdad en estas diligencias".
El 7 de marzo de este año, dos días después de que la sentencia quedó en firme, Roland Lavar Campbell, de 32 años, abordó el vuelo 775 de Continental Airlines rumbo hacia Estados Unidos. Esposado y fuertemente custodiado por oficiales estadounidenses, dejó atrás sus días de refugio en el paraíso costarricense para empezar a cumplir sus penas.
Ficha policial
Nombre: Roland Lavar Campbell
Alias: Ramadán, George Campbell, Austin Calloway, Darin Rogers, Kelly Langston Brown, Ramadan Kareem, Panamá y Maxi, entre otros.
Nacimiento : 13 de setiembre de 1965, Manchester, condado de Hillsborough, New Hampshire, Estados Unidos.
Descripción: Varón de raza negra, mide aproximadamente 1,83 m. de estatura. peso aproximado: 83 kilogramos. Pelo negro y ojos castaños. Además, tiene el ojo derecho caído o "adormecido", una cicatriz en el mentón debajo del labio inferior y usa gafas o lentes de contacto. Tiene acento jamaiquino o hispano.
Cargos:
El juez Federal Paul M. Rosenberg emitió orden de captura en su contra el 23 de diciembre de 1991, como parte de la causa WN-91-0456 del Tribunal Federal de Distito de Maryland, Estados Unidos.
Condenas por homicidio y allanamiento con fines delictivos en el estado de Nueva York.
Un cargo por delito federal de fuga.
Tres por poseer e intentar distribuir base de cocaína.
Robo a mano armada de 16 bancos y oficinas de correos en Nueva York, Connecticut y Pensilvania.
Once cargos por uso de armas de fuego y violencia.
Asociación delictiva para cometer varios delitos contra los Estados Unidos.
Historial:
Pertenecía a una pandilla de ladrones armados denominada Los Cuarenta Ladrones, autores de los robos a mano armada de 16 bancos y oficinas de correos.
El 9 de diciembre de 1991 fue detenido por narcotráfico en Baltimore, Maryland, pero se fugó de la prisión el 25 de diciembre de 1991 haciéndose pasar por Corey Anthony Ford, otro reo que iba a ser liberado ese mismo día bajo fianza.
Dos miembros de la pandilla Los Cuarenta Ladrones, declararon en su contra en 1992. Le atribuyeron ser el líder de la banda y haber golpeado con arma de fuego a las víctimas de los robos bancarios.
Usaba chaleco antibalas, armas de asalto, pistolas, buscadores policiales, explosivos plásticos C-4 y sofisticado equipo de comunicación en sus acciones delictivas.
Abogados en Costa Rica : Daniel Jakson Freeman y Hugo Luis Levy Mena.