
El Banco de Costa Rica (BCR) borró ayer las claves de los 150.000 clientes que utilizan su servicio de banca electrónica como una ‘medida extra’ para que no sean víctimas de fraude electrónico.
El cambio se realizó al mediodía de ayer.
Ahora, los clientes deben registrarse de nuevo, con una clave diferente, para tener acceso a los servicios.
El sistema del BCR permitía el registro sin contratiempos, según comprobó ayer un equipo deLa Nación .
En la misma página electrónica se explica que “esta medida se toma con el único objetivo de proteger a todos nuestros clientes, en especial a quienes eventualmente pudieron haber dado respuesta al correo falso que ha circulado”.
El jueves por la mañana circuló un mensaje en el que se instaba a los clientes del BCR a “actualizar datos” del servicio electrónico.
El mensaje era un intento de estafa electrónica conocida comophishing , con la cual se busca robar los datos de acceso de los usuarios.
Sin acceso. Desde ayer por la noche la página fraudulenta no está disponible para los usuarios.
Mario Rivera, subgerente del BCR, explicó que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y Radiográfica Costarricense (Racsa) bloquearon desde ese momento tanto la distribución del mensaje fraudulento como el acceso a la página que copiaba la del banco.
Rivera explicó que ninguna persona ha denunciado ser víctima de este intento de estafa.
“Hasta el momento no se ha recibido ninguna queja de ningún usuario”, aseguró el funcionario.
Cambios. La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) reafirmó ayer que es necesario tipificar este tipo de delitos y establecer sanciones específicas en el Código Penal.
La ABC dice que gestionó en la Asamblea Legislativa la introducción de normas referentes al delito de propalación, difamación de una persona jurídica y fraude informático, entre otros, en el proyecto de reformas al Código Penal.
Esta iniciativa está en estudio en la Asamblea Legislativa desde hacer varios años.
Alicia Avendaño, del Gobierno Digital, recomendó a los bancos comenzar una campaña de educación para que los clientes conozcan mejor las amenazas de los fraudes electrónicos.
“Así como antes educaron sobre los cuidados en los cajeros, ahora hay que hacerlo sobre la banca electrónica”, señaló.