El AyA baraja la posibilidad de clausurar la toma de agua ubicada bajo el puente El Rosario, en Coronado, pero desistiría si los vecinos se comprometen con un plan de limpieza.
Se pretende que los lugareños aseen unos 200 metros aguas arriba de esa toma (conocida como quebrada Las Piedras).
Este plan fue aceptado ayer por los vecinos durante un encuentro con jerarcas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
El eventual cierre de esa toma, que también afectaría a otras dos cercanas, podría afectar a unas 150.000 personas.
“Queremos buscar salidas a la contaminación que amenaza varias fuentes superficiales de agua en la zona”, dijo Everardo Rodríguez Bastos, presidente ejecutivo de la entidad.
El plan
Este funcionario les propuso a los vecinos un plan piloto: en un mes, los primeros 200 metros de esa cuenca deben quedar limpios de aguas negras y desechos sólidos.
La propuesta surgió a partir del último episodio de contaminación con hidrocarburos, que afectó a 50.000 personas de Tibás, Coronado, Moravia y Guadalupe, el 22 de abril.
Los vecinos aceptaron el reto. Representados por el alcalde, Rolando Méndez, integraron una comisión especial junto a instituciones como la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), AyA, y los ministerios de Salud, Ambiente y Energía y Agricultura.
También invitarán a participar a las municipalidades de Tibás, Goicoechea y Moravia.
Méndez reconoció que existe preocupación entre los lugareños por lo que sucede con los recursos hídricos en Coronado.
“Es urgente unir esfuerzos para que no vuelva a pasar una contaminación de las aguas”, dijo.
De la toma de quebrada Las Piedras, y de otras dos que están en las inmediaciones (quebradas Lupe y Honda), se extraen unos 350 litros de agua por segundo.
AyA puso cinco policías del agua en esa toma para ayudar en el proceso de limpieza de la cuenca.
Del resultado del plan, dependerá la multiplicación de la experiencia en otros sitios como el río Virilla, uno de los más contaminados del país.