El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) planea cerrar el acceso a la Circunvalación norte desde la autopista General Cañas, por la rampa del Monumento al Agua.
Con esta medida, las autoridades pretenden descongestionar el tránsito sobre la ruta de Circunvalación en el Hatillos-la Uruca y también aliviar las filas de vehículos que persisten sobre la vía de Alajuela hacia San José.
Este cambio implicará que los conductores que vienen por la General Cañas y se dirijan hacia Tibás o la Uruca, deban tomar la rotonda ubicada bajo el puente Juan Pablo II y luego hacia la intersección de la fábrica Pozuelo. Desde ahí girar a la derecha hasta encontrarse con la rotonda de la Uruca donde se inicia la carretera de Circunvalación norte.
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Entretanto, los vehículos que pasen sobre el puente Juan Pablo II tendrían ambos carriles para seguir en dirección a La Sabana o bien desviarse hacia el sector sur de Circunvalación, en cuya rampa de acceso se realizaron ampliaciones.

Para lograr esa modificación sin impactar el tránsito en otras vías, se ampliará un carril adicional en la vía entre la rotonda Juan Pablo II, el cual será exclusivo para realizar ese giro a la derecha. La proyección del MOPT es iniciar la construcción del carril adicional antes de que termine este mes, según indicó el ministro de Obras Públicas y Transportes, Mauricio Batalla, en declaraciones a Amelia Rueda.
Cambios viales en General Cañas
Conductores deberán variar ruta si viajan hacia Circunvalación norte
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Riesgo de mayor colapso
Ante los cambios anunciados, Mario Durán Ortiz, ingeniero civil y consultor en transporte urbano, estima que el cierre de la rampa podría generar un impacto en el tránsito de todo ese sector, similar al megacongestionamiento que se presentó hace un año por el cierre del puente en el bajo de los Ledezma.
Durán explicó que el cambio lo que haría es cargar la rotonda del puente Juan Pablo II que ya está congestionada y por ende aumentar la cola hacia el Hospital México, bloqueando los carriles de la General Cañas y creando un nuevo cuello de botella en la autopista, que en ese tramo tiene un volumen de más de 100.000 vehículos diarios.
El experto agregó que en el sector de la Pozuelo también ya existe congestión, por lo que el carril extra que se va construir sería ocupado parcialmente por los vehículos que usan esa intersección para ir a Heredia, lo que a su vez generaría otro rebote en esos semáforos que recaería también en la rotonda de Juan Pablo II. A su criterio, la modificación únicamente traslada el problema y empeora la salida de la autopista General Cañas.
“Ese sector está extremadamente saturado y ya no tiene capacidad de reserva, cualquier incidente puede provocar su colapso. Un cambio como este, que tiene impacto en toda la red vecina, debe simularse con un modelo microscópico de tránsito para verificar si funciona y ver los efectos en la General Cañas y todas las intersecciones vecinas”, explicó.
El año pasado, el MOPT implementó ampliaciones en las rampas del Monumento al Agua, así como carriles de aceleración en las salidas a la General Cañas; no obstante, esos ajustes no representaron mayor alivio en el congestionamiento que enfrenta desde hace años la vía en el sentido Alajuela a San José.
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El intercambio en esa conexión con la ruta 39 (Circunvalación), debía ser ampliado como una de las llamadas obras impostergables del proyecto San José-San Ramón, sin embargo con la decisión del gobierno de poner fin al fideicomiso con el Banco de Costa Rica, también se anunció que esas obras se ejecutarían hasta que se ejecute el proyecto integral de la ampliación de la ruta 1.
