Al municipio de San José vuelve mañana el liberacionista Johnny Araya como alcalde. Pero según confiesa, trae nuevas ideas y ya trabaja en su concreción.
En medio de sus últimas carreras, Araya conversó con La Nación sobre la labor que le espera.
–¿Tiene ya definido cuál será su campo de acción al asumir?
–Durante enero he estado en reuniones de coordinación con muchos ministros e instituciones con el fin de garantizar la creación del consejo social y conformar una comisión conjunta de alto nivel para el repoblamiento de San José. También quiero crear la auditoría ciudadana, la oficina de información al ciudadano y la contraloría de servicios.
–Al ganar usted habló de que la seguridad será prioritaria, ¿ya lleva trabajo adelantado?
–Yo siento que debe haber una coordinación muy clara de la policía municipal con la Fuerza Pública. Estamos haciendo un plan de trabajo para establecer un nuevo servicio de monitoreo y alarmas, que ya se ofrece en forma privada, pero que queremos ofrecerlo en la municipalidad. Otro tema es la distribución de droga en los barrios de la capital que voy a tratar con el Ministro de Seguridad porque me parece que se están haciendo muy pocos esfuerzos para combatir ese aspecto.
–¿Qué van a hacer sus dos vicealcaldesas?
–Maureen Clark se va a concentrar en participación ciudadana, transparencia y género. Luz María Soto en temas sociales.
–¿Sin salario?
–Lo harán ad honórem, van a compartir un espacio y vamos a darles apoyo administrativo.
–¿Qué le espera a los funcionarios municipales con su llegada?
–Yo no vengo a poner en peligro la estabilidad laboral de nadie. Sí quiero una nueva mística de trabajo que debe iniciarse con las jefaturas. Creo que debe revisarse el régimen disciplinario pues pocas veces se puede despedir a un funcionario por incompetencia o por su falta de rendimiento.
–Usted propuso bajar el costo del acto de traspaso, pero el Concejo no lo hizo, ¿cuánto se va a gastar?
–El Concejo mantuvo el límite de gasto, pero el alcalde lo definió en ¢550.000.