La construcción de una urbanización en Cocorí de Agua Caliente de Cartago dejo al descubierto un antiguo cementerio. De acuerdo con la Municipalidad cartaginesa, se encontraron tumbas, restos humanos y el ajuar con el que fueron enterrados los muertos.
El hallazgo ocurrió durante el estudio arqueológico que se solicita para construir en terrenos de gran tamaño. Como parte de los estudios previos a una construcción, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) solicita un diagnóstico arqueológico. En caso de encontrar señales de objetos, se solicita un estudio mayor, y, de ser necesario un rescate de las piezas precolombinas.
Mario Redondo, alcalde de Cartago, señaló que esta propiedad está “cruzando la calle” del Sitio Arqueológico Agua Caliente, unos terrenos que pertenecen al Museo Nacional en los que anteriormente se habían dado hallazgos arqueológicos de varias piezas precolombinas.
Ifigenia Quintanilla, directora del Museo Nacional, confirmó que se está haciendo un rescate de piezas arqueológicas. El estudio en cuestión y el rescate son coordinados por el arqueólogo Felipe Sol Castillo, quien fue contratado por la empresa constructora. El arqueólogo trabaja con una empresa de cerca de 30 personas.
Excavaciones determinarán riqueza arqueológica
El gobierno local detalló que actualmente se realizan excavaciones en la propiedad, con el fin de determinar la totalidad de restos arqueológicos y tener mayor conocimiento de la población que pudo ocupar la zona.
Como medida temporal se coordinó el resguardo del espacio y las estructuras encontradas, mientras se realizan las acciones para confirmar la naturaleza y temporalidad.
El Museo Nacional confirmó el hallazgo a La Nación. La oficina de Comunicación aseguró que se trata de una ampliación del Sitio Arqueológico Agua Caliente y que tanto el Museo como la Comisión Arqueológica Nacional están supervisando.
Este sitio arqueológico comprende diez hectáreas y se tienen previstos el diseño y la construcción de un parque arqueológico. Sin embargo, desde antes se estimaba que la extensión que tiene valor arqueológico sería mucho mayor.
“Como manda la legislación, se hace la recuperación. Para eso el desarrollo privado contrató un arqueólogo y él emitirá el informe al Museo Nacional y a la Comisión Arqueológica Nacional. Él tiene un plazo de dos meses para hacer su informe y posterior a eso puede seguirse construyendo”, señaló la oficina de Comunicación.
El Museo fiscaliza desde el inicio los trabajos. No siempre es el Museo quien realiza los rescates. “La ley indica que el impacta, paga, entonces le corresponde a la constructora hacerlo”, destacó Quintanilla.
Una vez que finalice el rescate, y las obras estén bien descritas y con toda su información, serán entregadas al Museo para su resguardo.

Según el Museo Nacional, este sitio tiene tres sectores: norte, central y sur. Se han estudiado principalmente los sectores norte y sur.
En el sector norte se realizaron cinco cuadrículas de investigación de diferentes tamaños. Se observaron posibles alineaciones de piedra y algunas de estas estructuras se interpretaron como elementos arquitectónicos. Posteriormente, se encontraron tumbas y empedrados.

En el sector sur, entretanto, se trazaron cuatro cuadrículas de prueba. Se detectó un alineamiento de piedras y una posible calzada localizada en el extremo oeste del sector y que parece ir hacia el sector central, donde se encuentran algunos montículos. Sin embargo, hacen falta más pruebas para definir con seguridad la naturaleza del rasgo.

