Matina (Limón). El alcalde de Matina, Alfredo Wheathey, reconoció que había cometido errores en la contratación de varios servicios para el municipio en los últimos tres años; por eso presentó ayer su renuncia ante el Concejo.
Un informe de la Contraloría General de la República del 12 de noviembre anterior demostró que Wheathey giró entre enero de 1999 y mayo del 2001 más de ¢32 millones a tres empresas vinculadas con su familia.
Aunque se trataba de servicios para el municipio local, la Ley de contratación administrativa prohíbe los contratos con personas jurídicas o físicas que tengan relaciones familiares con los funcionarios públicos.
"Llegué a esta municipalidad con la idea clara de ayudar y no de tropezar. Sí, es cierto, me equivoqué; por eso estoy presentando mi carta de renuncia", dijo Wheathey.
Al ahora exalcalde también se le cuestionó que aprobara el pago de tiempo extraordinario a varios de los funcionarios municipales, pese a que no había contenido presupuestario para cancelar las horas extra.
Tras la renuncia, al municipio le corresponde abrir un procedimiento administrativo para "determinar eventuales responsabilidades" del funcionario saliente.
Según el diputado socialcristiano Wálter Céspedes, lo más conveniente era que el alcalde renunciara "para evitar el entorpecimiento de la investigación".
Los pagos
Según consta en el informe de Contraloría, la Municipalidad de Matina aprobó en los últimos tres años ¢31,3 millones a favor de las empresas Josiah S.A. y AgroMatina S.A., ambas relacionadas con el hermanastro del alcalde, Brissot Lindo Burton.
Otros ¢921.121 se le cancelaron a Doris Jiménez, cuñada del alcalde y propietaria del bazar Yorleny, en la ciudad de Matina.
En total, ¢32.297.863.
El denunciante y extesorero municipal Minor Alemán aseguró que la primera de las empresas realizaba obras de infraestructura por contrato, como la reparación de aceras o aulas.
La segunda compañía (AgroMatina) es una ferretería donde se compraban materiales para la construcción, y el bazar le suministró papelería y equipos de oficina al ayuntamiento.
Sobre todos estos pagos, el exalcalde aseguró que desde 1999 había realizado una consulta ante la Contraloría sobre la viabilidad de los contratos, pero la respuesta la recibió un año después.
Hasta anoche se desconocía quién sustituirá a Wheathey en la alcaldía, pues los regidores ignoraban que iba a renunciar.