
Guatuso, Alajuela. Bienvenido Cruz Castro es uno de los abanderados en la lucha que los indígenas malekus están librando nuevamente para recuperar las tierras que, según sus palabras, “les quitaron los blancos”.
A sus 60 años de edad, ese aborigen del palenque Tonjibe acusó a personas que no son indígenas de haberse aprovechado de la ignorancia de sus familiares para adueñarse de la mayor parte de la reserva aborigen.
“Mi padre, Gerardo Cruz, contó muchas veces, con lágrimas en los ojos, cómo los blancos emborrachaban a los indios para que luego estos aceptaran un galón de guaro, un perro de cacería y caballos a cambio de 30 o más manzanas de tierra”, relató Bienvenido Cruz
Este, quien aún produce cacao –fruto que los malekus consideran sagrado–, sostuvo que luego los “no indígenas” deforestaron la montaña para dejarlos sin el árbol de mastate, cuya cáscara les servía como materia prima para confeccionar los vestidos tradicionales. Por esta razón, dejaron de usarlos en sus actividades.
Cruz continuó: “También acabaron con la hoja de suita con la que construíamos nuestros ranchos y lo peor es que hoy no tenemos tierra para heredarles a nuestros hijos y nietos, que están laborando como peones en su propia tierra”.
Sin ocultar su dolor por esa “dura realidad”, como él la llama, Cruz dijo que casi lo único que conservan es su lengua y la esperanza de recuperar algún día el territorio que por años les perteneció.
Agregó que la intervención del fiscal general de la República, Francisco Dall’Anese, les fortalece esa expectativa, aunque aceptó que la lucha no será fácil.