Tres de cada 100 niños en edad escolar (aproximadamente 15.000 menores) podrían tener algún problema auditivo, según se desprende de los primeros resultados del Estudio Nacional de Prevalencia de Sordera, dados a conocer, ayer, por el Ministerio de Salud.
La investigación --iniciada en enero de 1996 y que comprende una muestra de 12.616 niños de segundo grado, alumnos de 550 escuelas en todo el país-- es la primera que se hace a nivel nacional e, incluso, latinoamericano, según informó el Dr. Juan José Madriz, director del departamento de Otorrinolaringología del Ministerio de Salud y uno de los médicos a cargo del estudio.
De acuerdo con los resultados, la provincia de Puntarenas presenta la prevalencia más alta, con un 11 por ciento de casos. Le siguen Alajuela (7,7 por ciento), Guanacaste (7,2 por ciento), San José (6,1 por ciento), Limón (4,4 por ciento) y Cartago (3,9 por ciento).
La principal preocupación se centra en que, luego de una segunda ronda de revisión de los casos que presentaron alguna alteración auditiva, se pudo observar que hubo mayores posibilidades de tratamiento en la zona urbana que en la rural, donde los menores continuaron sin ningún tipo de seguimiento médico.
Información necesaria
Herman Weinstok, ministro de Salud, manifestó su complacencia por la investigación porque, según su criterio, permitirá mejorar los programas existentes en materia de prevención, detección temprana y seguimiento de los casos de sordera.
Hasta el momento, poco se conoce sobre la prevalencia de los trastornos auditivos en el país. Por eso, se requiere con urgencia de una base de datos que pueda arrojar luz sobre el impacto de este problema en los costarricenses.
Este mes culminó la etapa de recolección de datos. Inmediatamente se entrará a la de análisis estadístico, con ayuda de universidades de los Estados Unidos e Inglaterra, con apoyo del Dr. George Mencher, investigador de la universidad canadiense de Dalhousie.
Los médicos recomiendan a los padres de familia poner mucha atención en el desarrollo de sus hijos, de tal forma que se puedan detectar los síntomas propios de la sordera.
Sostienen, además, que es importante prevenirla mediante un control prenatal adecuado, evitar la exposición a ruidos altos y mantener un control sobre las infecciones.
Para setiembre, el equipo de especialistas --en el que también participan el Ministerio de Educación Pública y la Caja Costarricense del Seguro Social-- espera tener finalizado el estudio.