
Un grupo de 13 playas registran altos niveles de contaminación fecal debido a descargas de aguas negras de viviendas, comercios y hoteles.
Además, seis de ellas presentan niveles de contaminación tan elevados que sus aguas no son aptas para la natación.
En esa situación está la playa guanacasteca de El Coco (en su sector norte); las costas puntarenenses de Jacó, Quepos y Tambor, así como las playas Cieneguita y Portete, ambas en Limón.
Las seis playas mencionadas reportan más de 240 coliformes fecales (residuos de heces) por cada 100 mililitros de agua, Por encima de ese nivel, se desaconseja la natación en el mar.
A este grupo, se une otro de siete playas donde su agua es aún adecuada para nadar, pero la presencia de altas descargas de aguas negras les impiden tener bandera azul.
En esa situación están Sámara y Tamarindo (en Guanacaste); Agujas, Hermosa y Herradura (Puntarenas) y Manzanillo y Puerto Viejo (en Limón).
Este segundo grupo de playas presentan ríos, quebradas o salidas de aguas negras con niveles de más de 1.000 coliformes fecales por cada 100 mililitros de agua.
De acuerdo con el informe del Laboratorio de Acueductos y Alcantarillados (AyA), dichas descargas no elevan aún la cantidad de heces en el mar, pero representan un riesgo porque podrían afectar la calidad del agua a futuro.
Un ejemplo de este riesgo es playa Tamarindo, donde en el 2007 se dispararon los niveles de contaminación en el mar, al punto, de que sus aguas se volvieron insalubres para los visitantes.
Ahora, AyA y el Ministerio de Salud informan de que bajó la cantidad de coliformes fecales en la playa, pero aún quedan puntos de altas descargas de aguas negras.
“Tamarindo mejoró, pero aún falta mucho por hacer en esa playa”, dijo Darner Mora, jefe del Laboratorio Nacional de Aguas del AyA. Mora ofreció ayer una conferencia de prensa con el presidente de AyA, Ricardo Sancho, y la ministra de Salud, María Luisa Ávila.
Los funcionarios divulgaron los análisis de las dos muestras de agua tomadas en esas playas en lo que va de este año.
Sobre las medidas correctivas, Mora y Ávila indicaron que se monitorean con especial énfasis estas 13 playas para buscar a los responsables de la contaminación fecal.
Hace un año, las acciones de AyA y Salud se concentraron en Tamarindo, donde se giraron órdenes sanitarias a negocios que vertían aguas sucias al mar.
Ahora, Ávila prometió hacer lo mismo en Jacó porque el agua de esta playa dejó de ser apta para la natación debido a la contaminación.
“Vamos a realizar barridas sanitarias y a girar órdenes sanitarias, ya sea para cerrar o regular actividades que puedan generar algún tipo de contaminación”, indicó.
Salud colocará además rótulos para advertir a los visitantes del riesgo en esas playas.