La Unión Europea (UE), mayoritariamente gobernada por socialistas, acaba de sentar un precedente al interferir por primera vez en la política interna de un país miembro -Austria- al que amenaza con sanciones si la extrema derecha llega al poder.
Por su parte, Estados Unidos se sumó a las advertencias europeas, y anunció que revisaría sus relaciones con Austria en caso de que Joerg Haider, líder de la extrema derecha, forme parte del gobierno austríaco.
La convulsión surge luego que los liberales de Haider y los populares del ministro de Exteriores en funciones, Wolfgang Sch,ssel, anunciaron ayer en Viena la consecución de un programa de gobierno conjunto que presentarán al presidente, Thomas Klestil, para su aprobación. Según analistas, Klestil dará "su bendición" inevitablemente.
Coalición de la discordia
El primer ministro socialista de Portugal, Antonio Guterres, cuyo país ejerce la presidencia de la UE, advirtió que si Haider ingresa al gobierno los restantes 14 miembros suspenderían sus contactos políticos oficiales con este país y no apoyarían las candidaturas de austríacos en cargos internacionales.
El primer ministro de Francia, Lionel Jospin, manifestó que "la presión" que se ejerce sobre Austria "es absolutamente necesaria", y tiene como "objetivo que haya una toma de conciencia en esa nación y que este proyecto sea interrumpido".
Israel no se quedó atrás y el primer ministro de Israel, Ehud Barak, preconizó la constitución de un "frente" contra la llegada de Haider al poder, y llamó por teléfono a varios jefes de estado de la Unión Europea para externar su descontento.
En respuesta a las críticas, Haider aseguró: "el cambio es absolutamente necesario después de 30 años de gobierno socialista y significará una ganancia concreta de libertad para los ciudadanos".
Sin embargo, países como Estados Unidos no avalan ese cambio. "Si Haider llega al poder examinaremos el conjunto de nuestras relaciones y pensaremos en medidas similares a las decididas" por los europeos.
"Compartimos las preocupaciones que motivaron la movilización europea", agregaron fuentes oficiales en Washington.