El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio por terminado el programa humanitario que otorgaba hasta dos años de estancia legal a migrantes provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití. La medida, implementada en su primer día de mandato, forma parte de la orden ejecutiva “Asegurar Nuestras Fronteras”, diseñada para frenar la migración irregular.
Este programa humanitario permitió, hasta diciembre de 2024, que unas 531.690 personas ingresaran legalmente al país, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). La decisión de eliminarlo implica la suspensión inmediata de nuevas solicitudes de patrocinadores, un requisito clave para que los migrantes de estos países accedieran al beneficio.
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Eliminación gradual del programa humanitario
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que la eliminación del programa será gradual. Un portavoz del DHS afirmó que la Administración Biden-Harris “abusó” del programa al permitir que más de 1,5 millones de migrantes ingresaran al país bajo esta modalidad. Según la declaración, la acción de Trump busca restaurar el propósito original del programa: evaluar cada caso de manera individual y no otorgar permisos de manera indiscriminada.
Elizabeth Jacobs, experta del Centro de Estudios de Inmigración, indicó que las personas que ya cuentan con este permiso podrán permanecer en el país hasta que expire el período de dos años. Sin embargo, al finalizar su permiso, los beneficiarios regresarían al estatus que tenían antes de ser aceptados, lo que podría dejarlos sin estatus migratorio.

Impacto en la comunidad migrante
La eliminación del programa humanitario genera incertidumbre entre los miles de beneficiarios actuales y aquellos que esperaban acceder al beneficio. Este programa no solo ofrecía protección legal, sino también una vía para estabilizarse económicamente en Estados Unidos. Ahora, con el fin de las nuevas solicitudes, la medida representa un endurecimiento significativo de las políticas migratorias.
El presidente Trump, a través de la orden ejecutiva “Asegurar Nuestras Fronteras”, busca implementar un enfoque más estricto para controlar la inmigración irregular, argumentando que esto fortalecerá la seguridad nacional y reducirá la presión sobre los sistemas de asilo y migración.

Reacciones y futuro del programa
Aunque la eliminación del programa será gradual, organizaciones de derechos humanos y grupos de apoyo a migrantes han criticado la decisión, calificándola como una medida que pone en riesgo a personas vulnerables que huyen de situaciones críticas en sus países de origen.
Por otro lado, el gobierno de Trump insiste en que este ajuste es necesario para restaurar el orden en las fronteras y priorizar la revisión detallada de los casos migratorios. Sin embargo, para miles de familias, el fin del programa humanitario representa la pérdida de una oportunidad crucial para establecerse de manera legal en Estados Unidos.