Fráncfort (DPA). Grecia se tambalea y si su economía se hunde, bancos y aseguradoras alemanas, con fuertes negocios en el país mediterráneo, sufrirían pérdidas millonarias. Por ello prefieren confiar de momento en que los representantes políticos lograrán salvar la situación.
Hasta ahora, a nadie le había interesado que Grecia estuviera aumentando su deuda peligrosamente. Los bonos griegos ofrecían generosos réditos, hasta 9% por bonos a diez años, por lo que fueron muchos los alemanes que decidieron invertir en el país heleno.
Todos confiaban en que las economías europeas fuertes, como Alemania, garantizarían que no hubiera rastro de duda sobre la fortaleza de la moneda común europea. Pero la actual tragedia griega ha venido a demostrar que no había razones para despreocuparse.
“Los bancos alemanes (...) tienen considerables millones en peligro”, advirtió Josef Ackermann, presidente del primer banco alemán en activos, Deutsche Bank, a mediados de marzo.
En su opinión, para estabilizar la situación, es absolutamente necesario prestar ayudas de rescate a Grecia. “Si no podemos estabilizar Grecia, tendremos el siguiente problema”, señaló.
Según los últimos datos del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Grecia debe a inversores alemanes, la mayoría de ellos bancos, aseguradoras e inversores institucionales, una cifra cercana a los 45.000 millones de dólares.
Pero todo eso es poco si se compara con lo que tienen en España, una de las economías más perjudicadas de la zona euro, y en la que los inversores alemanes han depositado unos 238.000 millones de dólares, según el BPI.
La pérdida de esa cantidad podría significar un golpe durísimo para las finanzas globales europeas, recuerdan los expertos desde Alemania.
“El peligro es que se desencadene un efecto dominó”, afirma Konrad Becker, de Merk-Fick-Analyst, haciendo referencia a que también España, Irlanda, Italia y Portugal tienen problemas financieros similares a los del país heleno.
Mientras tanto, el sector financiero intenta calmar los ánimos. El Postbank, que tiene unos 1.300 millones de euros en bonos griegos, no se considera muy afectado por la crisis de ese país. Commerzbank, que cuenta con unos 3.100 millones de euros, asegura que de momento no hay razones para que cunda el pánico.
“No creemos que Grecia vaya a provocar una bancarrota estatal. En realidad no me lo puedo imaginar en la zona euro”, dijo recientemente su presidente, Martin Blessing.
Pero no todos son de la misma opinión y frente al peligro, algunos prefieren advertir. Para la vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Justicia, Viviane Reding, si Grecia se hundiera en “una especie de quiebra de Lehman Brothers, podría causar una reacción en cadena de consecuencias económicas catastróficas para toda Europa”.
Así lo dijo en la edición de hoy del diario alemán “Die Welt” haciendo hincapié en que eso es válido sobre todo para Alemania, cuyos bancos son los principales acreedores de la deuda estatal griega.
Pero no solo los bancos. “La gripe griega afecta a una de cada tres empresas alemanas”, avisa PricewaterhausCoopers (PwC) después de realizar un estudio en 500 compañías germanas.