Bañolas (España) Al menos 20 jubilados franceses, de un grupo de 140 turistas de esa nacionalidad, murieron ayer al naufragar un catamarán en que viajaban sobre el lago Bañolas, en la provincia norteña española de Gerona.
Autoridades policiales atribuyeron al exceso de pasajeros la posible causa del hundimiento de la embarcación en las aguas serenas del lago, a donde habían llegado los turistas pensionados como parte de unas vacaciones en la localidad catalana de Lloret de Mar.
La nave se hundió ayer en la mañana bajo un cielo claro y en aguas tranquilas mientras zarpaba para dar la vuelta al Lago Bañolas, al norte de Barcelona y a unos 565 kilómetros al nordeste de Madrid.
Testigos presenciales dijeron que la nave se partió en dos. Otra versión señala que el capitán del catamarán notó problemas con la nave poco después de zarpar y trataba de volver al muelle cuando la nave se hundió rápidamente.
La noticia tuvo una amplia repercusión en Francia y causó una profunda emoción en el primer ministro galo Lionel Jospin, quien recibió la información por canales diplomáticos.
El Primer Ministro "será informado de las conclusiones de la investigación que llevan a cabo las autoridades españolas", señaló un comunicado divulgado por el palacio de Matignon, sede de la Presidencia del Gobierno francés.
Horas después del naufragio, en La Rochelle, de donde procedían los jubilados franceses, la Prefectura (gobierno civil) de Charente Marítima (suroeste de Francia) constituyó una célula de crisis para atender a los familiares de las víctimas del hundimiento del barco de recreo.
"La policía se basa en la teoría de que la lancha estaba sobrecargada", dijo una portavoz del centro de operaciones de rescate del gobierno regional en Barcelona. "Los informes iniciales indican que el barco tenía una capacidad máxima de 80 personas", pero viajaban 141, según cálculos del servicio de rescate.
Del total de víctimas mortales, trece perecieron ahogados y siete fallecieron tras haber sido llevados a hospitales locales. Dos personas desaparecieron y no se pudo determinar si viajaban a bordo de la nave.
Otras 38 personas recibieron atención hospitalaria y 81 resultaron ilesas, entre ellas el capitán del buque.