Las autoridades sanitarias canadienses vigilan a 33 personas que podrían haber contraído el virus que provoca el SARS y pusieron a otras 500 en cuarentena, tan solo 10 días después de que la Organización Mundial de la Salud dijera que el virus ya no se extendía por el país.
Mientras las urgencias de los hospitales en la principal ciudad canadiense se ponían de nuevo en alerta, Taiwán, duramente afectada por el virus, rechazó una oferta de China para ayudar a la isla a luchar contra el SARS y dijo que su brote estaba bajo control.
Hong Kong, donde se ha registrado el segundo mayor número de casos de síndrome respiratorio agudo y grave, solamente detrás de China, declaró otras cuatro muertes y un nuevo caso de infección, un día después de informar de ninguna nueva infección por primera vez tras el inicio de la epidemia en el territorio, en marzo.
Durante varias semanas pareció que la batalla contra el SARS en Canadá estaba prácticamente ganada. No se habían declarado nuevos casos desde el 19 de abril, un mes después de que comenzara el brote en suelo canadiense.
En todo el mundo, el virus que provoca el SARS ha cobrado la vida de unas 700 personas y ha infectado a más de 8.000 desde que apareció en el sur de China a finales del año pasado.
Oferta china
China, que declaró el domingo siete nuevas muertes y otras 16 infecciones, ofreció a Taiwán 100.000 máscaras quirúrgicas, 200.000 trajes protectores, y ambulancias, dijo el periódico China Daily .
Pero Taipéi rechazó la oferta y en su lugar ofreció ayuda a China.
“Ya que la situación de la epidemia en la zona continental sigue siendo grave, la prioridad debería ser controlar de forma efectiva la situación para aliviar los temores globales”, dijo la Fundación de Canales de Intercambio –un organismo semioficial–, en una carta enviada a China.