Ciudad del Vaticano. AFP. El papa Francisco celebrará el próximo 22 de febrero su primer consistorio para lo cual convocó al Vaticano a los cardenales de todo el mundo, informó ayer la Santa Sede.
Durante el consistorio o asamblea de cardenales, el Pontífice “creará” (término religioso) nuevos purpurados y será la primera designación de su pontificado, inaugurado en marzo del 2013.
Antes del anuncio, el pontífice presidirá una reunión del equipo de ocho cardenales de todos los continentes que lo asesoran en la reforma de la curia romana y que estudian medidas profundas y no meros retoques a la Constitución para reglamentar el funcionamiento del gobierno central de la Iglesia.
Otras reuniones han sido programadas antes del consistorio, entre ellas de los 15 cardenales encargados de vigilar las reformas de carácter económico del Vaticano, así como un sínodo de obispos.
Descentralización de la Iglesia. El papa argentino, quien defiende una gestión menos centralizada y más democrática de la Iglesia, convocó también a un sínodo de obispos ya que desea transformar esas reuniones en una suerte de asamblea permanente encargada de aconsejarlo, aun a distancia.
Incrementar la llamada “colegialidad” o necesidad de tomar medidas colegiales dentro de la Iglesia, principio que nació tras el Concilio Vaticano II (1962-65) , es uno de los objetivos del papado de Francisco, elegido para renovar la institución, sacudida en los últimos años por graves escándalos.
En febrero próximo el Colegio de Cardenales debería estar formado por 201 miembros, de los cuales 106 dispondrán de derecho al voto, por tener menos de 80 años.
El Pontífice, surgido de las filas de la Compañía de Jesús, puede designar 14 purpurados más si quiere respetar la tradición de 120 cardenales electores fijada por Pablo VI (1963-1978), aunque nadie le impide superar esa cifra ni mantenerla en una cantidad inferior.
El último consistorio lo encabezó el antecesor de Francisco, el papa Benedicto XVI, en noviembre del 2012, durante el cual intentó equilibrar el colegio cardenalicio, dominado por purpurados europeos, al designar personalidades de otros continentes.
Con las primeras designaciones de Francisco, un papa que suele romper moldes, se podrá deducir el estilo de Iglesia que el Papa latinoamericano pretende impulsar y los “príncipes” de la Iglesia con los que quiere contar para lograrlo.