Estocolmo
Los fabricantes occidentales de armas se llevaron la mayor parte del mercado mundial en 2014 pero sus ventas declinan al tiempo que los negocios de sus competidores rusos crecen, anunció este lunes el Instituto de Investigación de la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI).
En repliegue por cuarto año consecutivo, el volumen de negocios de los 100 primeros fabricantes del planeta se contrajo un 1,5% en 2014, a $401.000 millones, cien veces el presupuesto anual de las operaciones de paz de las Naciones Unidas.
Las empresas en Estados Unidos y Europa del oeste copan más del 80% del mercado, pero sus ventas en valor pierden un 3,2% respecto al año anterior. Tres de ellas salen del top 100.
"Con una bajada combinada de un 7,4% de sus ventas de armas, las empresas de Europa occidental acusan el retroceso más marcado, que ilustra las dificultades económicas de la región", señala el SIPRI.
Al contrario, las 36 empresas que representan el resto del mundo en esta clasificación anual vieron cómo subían sus ingresos un 25% el año pasado, merced a una explosión de casi un 50% de las ventas de la industria rusa, que figura con 19 constructores y sus filiales en el palmarés del SIPRI.
Detrás con diferencia del primer fabricante mundial, el norteamericano Lockheed Martin ($37.500 millones de ingresos), Almaz-Antee figura en el 11º puesto con un volumen de negocios de 8.800 millones de dólares. El holding ruso produce sobre todo el misil BUK, señalado en la destrucción del Boeing 777 de Malayisia Airlines el 17 de julio de 2014 en Ucrania.
Buena parte de la producción de Rusia va destinada a sus fuerzas armadas, pero también cuenta con importantes clientes en el resto del mundo, incluyendo las rivales Indis y China, siempre punteras en materia de armamento.
Siria se provee también en Moscú desde la era soviética pero "ya no recibe gran cosa actualmente", señala Simon Wezeman, especialista en gasto militar en SIPRI.
Después de casi cinco años de conflicto que ha dejado más de 250.000 muertos y el éxodo de millones de personas, Siria "no tiene más medios" para equiparse para combatir contra los grupos rebeldes y los yihadistas de Estado Islámico, señala. "Los rusos dicen en resumidas: paguen y suministramos; si no, no lo hacemos".
En conjunto, las ventas de armas rusas no se han resentido de las sanciones internacionales decretadas después de la anexión de la península ucrania de Crimea en marzo de 2014. Los representantes del sector afirman que esto ha animado a Rusia a buscar nuevos mercados y trabajar nuevas tecnologías.