AFP
Con la salida de la Unión Europea, la City de Londres se prepara para ver a miles de bancos hacer sus maletas rumbo a plazas europeas, como Fráncfort, París o Dublín.
Londres, la actual capital financiera de Europa, acoge a numerosos bancos europeos y estadounidenses, que en su conjunto deseaban el mantenimiento de Reino Unido en la UE. Algunos participaron incluso económicamente en la campaña del sí a Europa.
La capital británica les sirve de base de operaciones en el mercado europeo, si bien el brexit, cuyos contornos están todavía difuminados, se traducirá por deslocalizaciones.
El banco estadounidense JPMorgan, que emplea a 16.000 personas en Reino Unido, advirtió este viernes que podría llevarse empleos fuera del país.
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"Puede que tengamos que realizar cambios en la estructura de nuestra entidad legal en Europa y en la localización de algunos empleos", indicó la dirección del banco en una nota interna consultada por la AFP.
Antes del referendo, su presidente ejecutivo, Jamie Dimon, dijo que podrían trasladar fuera de Reino Unido de 1.000 a 4.000 empleos.
El director de la Deutsche Bank, John Cryan, advirtió el viernes que las consecuencias de un brexit "serían negativas en todos los aspectos".
El gigante bancario alemán, que emplea a 9.000 personas en Reino Unido, puso en marcha hace algunos meses un grupo de trabajo para analizar la posibilidad de repatriar algunas de sus actividades a los países de la zona euro, especialmente a Alemania.
El banco británico HSBC también evocó la posibilidad de trasladar a miles de personas a París. "Tenemos una importante actividad bancaria en Francia, por lo que tenemos la opción actualmente de trasladar empleados de Londres a París, si fuera necesario", advirtió el presidente Douglas Flint en primavera.
En total, la consultora PwC estima que el brexit podría costarle de 70.000 a 100.000 empleos al sector de los servicios financieros británicos de aquí a 2020.
"Dudo que haya recortes drásticos e inmediatos, se tratará sobre todo de un movimiento lento de erosión del empleo en la City", indica Thorsten Beck, profesor de la Cass Business School de Londres.
La incógnita ahora es quién se aprovechará de este movimiento. ¿París, Fráncfort, Dublín, Luxemburgo, Ámsterdam?
El alcalde de Londres, el europeísta Sadiq Khan, llamó a las empresas a "no entrar en pánico" y aseguró que su ciudad continuaría siendo "el mejor lugar del mundo para hacer negocios".
Sin embargo, las competidoras de la capital británica despliegan ya la alfombra roja. La presidenta de la región parisina (que agrupa Paris y los siete departamentos circundantes), Valérie Pécresse, aseguró este viernes estar "dispuesta a acoger a todos aquellos que quieren regresar a Europa".
Frankfurt Main Finance, una asociación de defensa de los intereses de la plaza alemana, puso en marcha una línea directa, un sitio web y una campaña en las redes sociales titulada (en inglés): "Welcome to Frankfurt-What can we do for you?" (Bienvenidos a Fráncfort. ¿Qué podemos hacer por ustedes?).
"Según una estimación prudente, pensamos que entre el 1,5% y el 2% de los empleos financieros de Londres podrían trasladarse a Fráncfort durante los próximos cinco años. Esto sería entre 10.000 y 15.000 empleos", declaró su director, Hubertus Väth.
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Irlanda busca también desde hace tiempo aprovechar el brexit, destacando especialmente ser un país de habla inglesa. El banco estadounidense Citibank ya se instaló sólidamente en este país y podría ahora reforzarse.
"Dudo que Dublín saque mucho provecho. Yo apostaría primero por Fráncfort y después por París", estima por su parte Thorsten Beck.
Huw Macartney, profesor de la universidad de Birmingham, duda por su parte de que el referéndum tenga un impacto enorme en Londres. "La City seguirá siendo un importante centro para los bancos estadounidenses y chinos", asegura.
"Incluso si París y Fráncfort quisieran sacar provecho del brexit, el gran beneficiario debería ser Nueva York, ya que los grandes bancos se orientan de nuevo hacia el otro lado del Atlántico", concluye.