Unos 300 seguidores del NPD participaron ayer, en una marcha por la localidad de Tostedt (norte de Alemania), rodeados por un fuerte cordón policial para evitar altercados con contra-manifestantes izquierdistas.
La concentración del NPD había sido autorizada por el tribunal administrativo del distrito de Lüneburg, pocas horas después de que las autoridades de Weimar (este del país) prohibiesen una marcha similar en su distrito.
Cuatro compañías de la policía y unos cincuenta agentes del cuerpo especial de defensa de fronteras vigilaban la marcha del NPD, cuya dirección había emitido la noche anterior un comunicado que anunciaba que presentará resistencia contra la "campaña de hostigamiento" de que dice ser objeto.
Tras la ola de ataques ultraderechistas de los últimos días, el Gobierno alemán anunció el viernes anterior que estudiará la posibilidad de prohibir ese partido, de acuerdo a la propuesta del ministro de Interior del conservador estado de Baviera, Günter Beckstein. Esta posibilidad ha suscitado división de opiniones en el espectro parlamentario y también en la coalición rojiverde del canciller Gerhard Schroeder entre los partidarios de la prohibición y los que la consideran contraproducente.
El NPD ha contestado a la propuesta con un comunicado que alude a Beckstein, al que se amenaza con medidas legales, así como una convocatoria de manifestación, en ocasión del día de las víctimas del nazismo, el 27 de enero de 2001, en contra del proyectado monumento en Berlín a los judíos muertos en el Holocausto.