Saná. AFP. La yemení Tawakkul Karman, primera mujer árabe que ganó el premio Nobel de la Paz, es una figura emblemática de la movilización opositora en su país, una de las revoluciones de la “primavera árabe”.
Esta periodista de 32 años armó una tienda de campaña en la Plaza del Cambio de Saná en marzo y vive allí desde entonces junto con su marido, para recibir menos presiones del régimen del presidente Alí Abdalá Saleh, que había enviado gente a su domicilio para intimidarla.
La Plaza del Cambio, en la que acampan miles de jóvenes, está protegida desde el mes de marzo por militares disidentes.
Karman, quien milita desde hace años por la libertad de expresión y los derechos de las mujeres, fue una de las principales dirigentes de las manifestaciones estudiantiles que en enero pasado iniciaron la sublevación popular contra el régimen.
En un país en el que pocas mujeres ocupan lugares de protagonismo político, Karman llamó a manifestarse para expresar la solidaridad con la movilización en Túnez y Egipto y encabezó manifestaciones violentamente reprimidas por el régimen.
Las manifestaciones se extendieron a otras ciudades del país y partidos políticos, tribus y parte de las fuerzas armadas se sumaron a la movilización.
En enero, Karman había sido detenida por su papel en las manifestaciones.
Madre de tres hijos, forma parte del Consejo de la Shura (algo así como el comité central) del partido islamista de oposición Al Islah. Karman se opone a la corriente salafista dentro de su partido.
Inició su carrera periodística usando un velo integral, como muchas otras mujeres yemeníes, pero posteriormente empezó a cubrirse sólo la cabeza con un pañuelo de colores.
Karman fundó en 2005 el movimiento "Mujeres Periodistas Sin Cadenas".
Nació en la localidad de Mejlaf, en la provincia de Taez (sureste de Saná). Diplomada en Ciencias Políticas en la Universidad de Saná, Karman está preparando un máster.
Según sus allegados, su padre siempre la consideró como la única rebelde de sus numerosos hijos. Tras oponerse a la acción de su hija al iniciarse la movilización popular, el propio padre terminó sumándose a la misma.
Tawakkul Karman declaró hoy que su premio Nobel de la Paz era "una victoria para la revolución" yemení.
“La atribución de este premio es también un reconocimiento por la comunidad internacional de nuestra revolución y de su victoria ineluctable”, agregó.
En declaraciones a los canales de televisión árabes al-Yazira y Al Arabiya, Karman dedicó el premio a los militantes de la "Primavera Árabe".
“Se trata de un honor para todos los árabes, los musulmanes y las mujeres. Dedico este premio a todos los militantes de la Primavera Árabe”, dijo.
“Estoy muy contenta (...) no me esperaba recibir este premio y ni siquiera sabía que mi candidatura había sido presentada”, agregó.