Lima, DPA. Los equipos de rescate recuperaron en las últimas horas otros seis cadáveres dentro del barco que se hundió el miércoles en el río Amazonas, en el Perú, con lo que ya son 22 los fallecidos en el hecho.
Los rescatistas aún siguen con sus trabajos, pues se calcula que todavía hay unas 30 personas cuyo paradero se desconoce. El número oficial de personas rescatadas vivas se situó en 228.
El subcapitán del puerto de Iquitos, César Linares, dijo que es poco menos que imposible establecer cuántas personas siguen aún desaparecidas, pues según testigos en la nave iban cerca de 280 ocupantes, a pesar de que su cupo era para máximo 146.
La "Camila", una motonave de tres pisos que había partido de la ciudad peruana de Iquitos con destino a la frontera con Brasil, se hundió a causa del sobrepeso cuando transitaba por el caserío Santa Rosa, cerca a los límites con Colombia.
Las investigaciones han establecido que en el barco no sólo viajaba cerca del doble de personas permitidas, sino que además había exceso de equipajes, de animales y de combustible que se cargaba en bidones, presumiblemente para ser comercializado de contrabando.
Los organismos de rescate continuarán la búsqueda de más cuerpos dentro de los restos del barco y el curso del río, pues por el tiempo transcurrido se estima poco probable que los desaparecidos estén vivos.
El accidente volvió a poner sobre el tapete los riesgos que conllevan los barcos grandes que transitan los ríos de la Amazonía peruana. Según se calcula, de cerca de 900 aparatos que prestan el servicio, unos 500 están en manos de compañías informales que no adoptan las medidas de seguridad adecuadas.
Los sobrevientes, entre ellos siete brasileños, dos alemanes y un italiano, han coincidido en que el barco estaba tan lleno que los pasajeros estaban prácticamente atrapados en sus hamacas, pues el tránsito resultaba imposible.