Ginebra. Suiza decidirá mañana si se convierte en el miembro número 190 de Naciones Unidas, organización a la que no pertenece a pesar de que su sede europea está instalada en la helvética ciudad de Ginebra desde 1920, cuando aún era la Sociedad de las Naciones.
Tras Nueva York, sede principal de la ONU, Ginebra es el segundo centro en importancia, con ocho agencias del sistema, a las que se unen otras 12 organizaciones internacionales instaladas en la ciudad del lago Lemán siguiendo la estela de Naciones Unidas.
Si Suiza entra a la ONU, su contribución financiera, que actualmente es de unos $129,2 millones se elevaría a casi $158,7, mientras que los gastos de la comunidad internacional en Ginebra son de $2.000 millones.
Muchos puestos
Casi 18.000 personas trabajan directamente en las organizaciones internacionales que tienen sede en Ginebra, 9.000 en el sistema de la ONU y otras tantas en el resto de organismos, además de otros 14.000 puestos de trabajo creados de forma indirecta.
La comunidad internacional en Ginebra es de más de 71.200 personas, según el Gobierno.
Solo en el edificio del Palacio de las Naciones, unas 3.800 personas trabajan de forma permanente en sus 1.600 oficinas, que acogen las sedes de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo y la Comisión Económica para Europa.
Ginebra es asimismo la sede de otras organizaciones internacionales, que escogieron esta ciudad principalmente por ser el centro europeo de la ONU.
La Organización Mundial del Comercio, la Organización Internacional para las Migraciones, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz y la Media Luna Rojas, son algunas.
Si finalmente el referéndum del domingo sale favorable a la entrada de Suiza en la ONU, que según los últimos sondeos apoya el 54 por ciento de la población, los únicos Estados soberanos fuera serían Taiwán y el Vaticano.