
Berna. AFP Y EFE. Los suizos aprobaron ayer en un referendo los acuerdos de Schengen y Dublin que suponen su integración en la Europa sin fronteras.
Según las cifras definitivas obtenidas por la agencia de prensa ATS, un 54,6 por ciento (1,5 millones de votantes) dijeron "sí" en la consulta popular sobre el tratado que regula la libre circulación de personas entre los países signatarios del acuerdo y elimina el control fronterizo interno.
Tras el rotundo "no" que la semana pasada dieron Francia y Holanda a la Constitución europea, se temía un resultado negativo también en la Confederación Helvética.
El triunfo del "sí" reafirma el enfoque bilateral por el que ha optado Berna en sus relaciones con la Unión Europea (UE).
La demanda de adhesión de Suiza a la UE, presentada en mayo de 1992, continúa teóricamente sobre la mesa, pero en el 2001, los suizos decidieron por 76,7% de los votos no iniciar negociaciones.
Para Yves Christen, presidente del Nuevo Movimiento Europeo Suizo, el resultado es "un paso más hacia la UE y una victoria de la Suiza de la apertura. Pero, un rechazo en setiembre significaría un aislamiento duradero para Suiza".
Ahora, el próximo reto del Gobierno helvético será el 25 de setiembre, cuando sus compatriotas se pronunciarán en las urnas sobre la extensión de la libertad de circulación de personas a los 10 nuevos socios de la Unión Europea (UE).
El "sí" de los suizos a los convenios de Schengen y Dublin, supone la eliminación del control de pasaportes en la frontera y el refuerzo a la lucha contra el crimen organizado y la inmigración ilegal.
La Confederación Helvética tendrá así acceso a las bases de datos de Europol y del Sistema de Información de Schengen (SIS),
El espacio Schengen comenzó a funcionar en 1995 y está integrado por los 13 socios comunitarios más Noruega e Islandia. Su nombre viene de una aldea de Luxemburgo donde fue firmado.
Junto con Dublin, forma parte de los acuerdos bilaterales firmados el año pasado por Suiza con la UE, a pesar de que no forma parte de la comunidad.
El acuerdo de Schengen suprime los controles sistemáticos en las fronteras y permitirá a la policía suiza entrar en el banco de datos informatizados SIS, que registra a 15.000 criminales.
Por su parte, los acuerdos de Dublin estipulan que un candidato al asilo rechazado por uno de los países miembros no puede presentar una solicitud en otro Estado.
Ambos convenios fueron incluidos en los acuerdos bilaterales a petición de Suiza a cambio de contrapartidas sobre la fiscalidad del ahorro y la lucha contra el fraude fiscal, reclamadas por los comunitarios.
Además de los relativos a Schengen y Dublin, figuran otros sobre la fiscalidad del ahorro, la lucha contra el fraude, políticas medioambientales, medios de comunicación, estadísticas, pensiones, productos agrícolas transformados, así como educación, formación docente y juventud.