Los suecos rechazaron ayer en un referendo la posibilidad de que el euro se convierta en su moneda oficial.
El 56,8 por ciento de los votantes estuvieron en contra de la medida, mientras que el 41,2 por ciento la respaldaron, y dos por ciento votaron en blanco, cuando se habían contabilizado el 81 por ciento de los sufragios.
“El rechazo al euro ha sido claro”, dijo el primer ministro sueco, Goeran Persson, defensor del euro, al conocer el resultado.
El conteo de las grandes ciudades, a priori más favorables al euro, todavía no se conoce.
Estos resultados confirman la tendencia que se reveló en casi todos los sondeos durante la campaña del referendo.
El final del proceso estuvo marcado por el asesinato de la ministra de Relaciones Exteriores Anna Lindh, ferviente defensora del “sí” a la moneda europea.
La ministra de Comunicaciones, Ulrica Massing, expresó su decepción.
“Estoy decepcionada, si el resultado es correcto dejamos pasar una gran oportunidad. Se trataba de un referendo importante para nosotros”, indicó.
“Hubiera sido mejor si el resultado del sondeo fuera el contrario”, aseguró Lars Leijonborg, presidente de los Liberales.
El presidente de la principal organización patronal sueca, Svenskt Naeringsliv, dijo que Suecia no sucumbirá por esa decisión, pero que será penalizada.