Tres potentes sismos derribaron líneas de tendido eléctrico, derrumbaron edificios y causaron avalanchas de lodo en el norte de Japón. Por lo menos 421 personas resultaron heridas, 23 de ellas de gravedad, y 1.020 personas fueron evacuadas.
Un terremoto, con una magnitud de 6,2 grados afectó en la madrugada de ayer a Miyagi, una prefectura (estado) rural a unos 300 kilómetros al noreste de Tokio. Fue precedido por otro sismo de 5,5 de magnitud siete horas antes.
“No fue como un temblor, sino como una explosión debajo de nuestros pies”, dijo Sachie Akama, de 51 años, refiriéndose al segundo temblor.
Akama buscó refugio con otras 200 personas en el gimnasio de una escuela de la población de Yamoto, donde se registraron los daños de mayor importancia.
Por lo menos 1.020 personas fueron evacuadas, dijeron las autoridades. Muchos habitantes optaron por abandonar sus viviendas temiendo sismos secundarios, expresó Kazuo Horie, vocero de la policía de Miyagi.
Unas 400 réplicas de los temblores, entre ellas una de magnitud 5,3, continuaron entrada la noche, y causaron temores de que ocurran más avalanchas de lodo en la región, afectada por lluvias torrenciales.
En las primeras horas de la noche, 421 personas habían sido tratadas por lesiones, entre ellas 23 que se hallaban en estado delicado, según la Agencia Nacional de Policía.
Más de 100 viviendas resultaron dañadas en toda la región.
Japón es uno de los países con mayor actividad sísmica en el mundo. El norte de Japón fue estremecido hace dos meses por un sismo de magnitud siete que causó heridas a unas 150 personas.
El último temblor de intensidad importante que afectó a Miyagi ocurrió en 1978, entonces murieron unas 30 personas.
Las autoridades advirtieron que podrían registrarse más avalanchas a raíz de los últimos sismos.
En la zona afectada por el enjambre sísmico se encuentra la central nuclear de Onagawa, que hasta el cuarto sismo de alta magnitud no registraba daños.