Ginebra. AFP. El Gobierno suizo se lanzó en una batalla sin precedentes con la justicia del país por su rechazo a entregar a un juez documentos clasificados sobre la fabricación de armas nucleares.
El poder Ejecutivo aparece muy aislado pues el Parlamento ya consideró que este rechazo constituía injerencia en un proceso judicial, algo contrario a la Constitución.
El litigio sufrió el jueves pasado un giro inédito cuando un juez de instrucción, apoyado por la más alta instancia penal helvética, ordenó el registro de los locales de la policía judicial federal en Berna por policías cantonales.
Los agentes se incautaron de una caja de seguridad con una llave que, teóricamente, da acceso al expediente buscado por el juez, encargado de un caso de contrabando de material para el programa nuclear libio en el que están implicados tres ingenieros suizos, los hermanos Urs y Marco Tinner; así como su padre Friedrich.
Sin embargo, el Consejo Federal (gobierno) se niega a entregar a la justicia el expediente, que en realidad es una copia del original destruido en noviembre del 2007 por orden del Ejecutivo.
“Los documentos siguen en las manos del Consejo Federal, que destruirá “los más peligrosos, seleccionados por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)”, anunciaron el viernes por la noche las autoridades suizas.
“Si los documentos cayeran en manos equivocadas podrían permitir fabricar armas nucleares susceptibles de desestabilizar regiones del mundo y amenazar la vida de millones de personas”, recalca el Gobierno en este inusual caso.