
Moscú. AFP y EFE. Rusia reconoció formalmente ayer a las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur como estados independientes, una decisión que provocó el repudio unánime de Estados Unidos y Europa.
“He firmado los decretos de reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia por parte de Rusia”, dijo Medvedev flanqueado por dos banderas rusas durante una declaración transmitida por televisión.
Medvedev sostuvo que Rusia demostró “moderación y paciencia” con Georgia, pero que el presidente georgiano, Mijail Sakaashvili, optó “por el genocidio” al lanzar su ofensiva sobre Osetia del Sur la noche del 7 de agosto.
Georgia expresó su protesta. Sakaashvili acusó a Rusia de querer cambiar “las fronteras de Europa por la fuerza”.
“Es la primera tentativa desde la Segunda Guerra Mundial de cambiar las fronteras de Europa por la fuerza”, aseguró.
Por su parte, los líderes rebeldes de Abjasia y Osetia del Sur saludaron este paso que calificaron como “histórico”, según la agencia de prensa rusa Interfax.
En Osetia del Sur, que se declaró “dispuesta” a acoger una base militar rusa, la gente salió a la calle a festejar el acontecimiento.
Repudio y desafío. El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, instó a Rusia a “reconsiderar” lo que calificó como una “irresponsable decisión”.
La presidencia francesa de la Unión Europea (UE) también “condenó firmemente” el paso, asegurando que vulnera “los principios de independencia, soberanía e integridad territorial de Georgia”.
“La presidencia pide una solución política a los conflictos en Georgia, y examinará desde ese punto de vista las consecuencias de la decisión de Rusia”, concluyó el comunicado franco-europeo.
Medvedev respondió a estas reacciones asegurando que si los europeos “quieren la degradación de las relaciones, la lograrán, por supuesto”, pero “si quieren salvaguardar las relaciones estratégicas, algo que interesa a su vez a Rusia y Europa, todo irá bien”.
“No tenemos miedo a nada, ni siquiera a la perspectiva de una Guerra Fría, aunque no la queremos”, expresó el líder ruso.
Agregó: “En esta situación todo depende de la postura de nuestros socios de la comunidad mundial. Si quieren mantener buenas relaciones con Rusia, comprenderán los móviles de nuestra decisión”.
“Pero si optan por la confrontación pues bien, hemos vivido distintas situaciones, también viviremos esta”, dijo Medvedev.
La actual crisis estalló después de que las fuerzas rusas entraran en Georgia el 8 de agosto para frustrar el intento georgiano de retomar Osetia del Sur.
Finalmente se logró un alto el fuego, pero Estados Unidos y otras potencias occidentales han acusado a Rusia de romper el acuerdo al mantener tanques y tropas en el territorio de Georgia.
En este contexto de escalada de la crisis diplomática, Rusia anunció que suspendía una parte de sus actividades con la OTAN y que la visita del secretario general de la Alianza a Moscú quedaba aplazada.
A la vez,el jefe del Estado Mayor adjunto ruso, Anatoli Nogovitsyn, cuestionó la “extrema actividad” de la OTAN en el mar Negro. Nogovitsyn recordó que próximamente coincidirán 18 barcos de países de la OTAN en la zona, de los que 10 ya están en aguas del mar Negro.