
Rusia avanzó en su estrategia de disuasión nuclear con una nueva prueba del dron submarino Poseidón, una de sus armas más sofisticadas. El presidente ruso, Vladimir Putin, confirmó el lanzamiento desde un submarino, utilizando tanto el motor auxiliar como su sistema de propulsión nuclear, con lo que se validó su capacidad de navegación autónoma.
Putin indicó que “no existe ningún medio capaz de interceptarlo” y calificó la tecnología del Poseidón como “incomparable en el mundo”.
El Poseidón —oficialmente denominado Sistema Multiuso Oceánico Status-6— alcanza hasta 185 km/h y puede operar a 1.000 metros de profundidad. Este dron puede ser lanzado desde submarinos y transporta una ojiva nuclear de dos megatones, lo que lo convierte en una amenaza para infraestructuras, defensas costeras y grupos de portaaviones.
La bomba nuclear utilizada por Estados Unidos en Hiroshima en 1945 tenía 15 kilotones, lo que pone en perspectiva el potencial destructivo del Poseidón. El plan del Kremlin contempla entregar 32 unidades de esta arma a la Armada rusa, distribuidas en cuatro submarinos.
Este desarrollo forma parte del paquete de seis “superarmas” nucleares anunciado por Putin en marzo de 2018. En esa ocasión, el mandatario presentó un programa que buscaba reforzar la capacidad atómica del país, con armamento difícil o imposible de interceptar por sistemas defensivos convencionales.
Además del Poseidón, el arsenal incluye el Avangard, un planeador hipersónico; el Burevestnik, un misil de crucero con propulsión nuclear; el Zircon, un misil antibuques; el Kinzhal, un misil balístico lanzado desde el aire; y el Sarmat, un misil intercontinental.
Algunas de estas armas, como el Kinzhal, ya han sido utilizadas en ataques contra Ucrania. El pasado domingo, el Ministerio de Defensa ruso anunció el éxito de una prueba con el Burevestnik, asegurando que puede atravesar cualquier escudo antimisiles.
En paralelo, las tensiones entre Rusia y Occidente siguen aumentando. Putin firmó esta semana una ley que formaliza la salida de Moscú del acuerdo sobre reducción de plutónio enriquecido firmado en el año 2000. Este tratado ya había sido suspendido en 2016.
También pesa la incertidumbre sobre la renovación del tratado Nuevo Start, el único pacto vigente entre Rusia y Estados Unidos sobre control de armas nucleares. Este expira en febrero. Moscú suspendió su participación, aunque no se ha retirado formalmente.
El anuncio de Putin coincide con un deterioro en las relaciones con Estados Unidos. La red NBC informó que altos funcionarios del gobierno estadounidense creen que el líder ruso no tiene intenciones de alcanzar un acuerdo de paz mediado por Donald Trump y pretende mantener las operaciones militares en Ucrania.
La Casa Blanca espera que las sanciones económicas impuestas a las petroleras rusas alteren el rumbo del Kremlin, algo que aún no ha ocurrido.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
