
Amsterdam. Reuters. Holanda rechazó enérgicamente la Constitución de la Unión Europea en un referendo celebrado ayer, lo que agudiza la crisis en el bloque de 25 países y posiblemente condene a la ruina el tratado, debido a que Francia lo rechazó también el domingo.
Con el 66,8 por ciento de los votos contados, la agencia de noticias holandesa ANP dijo que el 62,2% había votado "no", mientras que 37,8% lo había hecho a favor de la Constitución.
Los partidarios del "no" celebraron el resultado con sonoros aplausos y vítores en la fiesta del Partido Socialista en Amsterdam, tras una campaña en la que se vieron unidos en su rechazo a la Constitución grupos de la extrema izquierda y de la derecha.
El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, reconoció rápidamente la derrota del "sí", pero instó a otros países del bloque a continuar con el proceso de ratificación.
"Los votantes han dado una señal clara, que no puede ser malinterpretada. Debemos hacer todo lo que podamos para involucrar a los ciudadanos en el futuro de Europa", expresó.
El referendo holandés no es vinculante legalmente, pero Balkenende dijo que su gobierno respetaría el resultado.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jack Straw, dijo que el rechazo de Holanda genera interrogantes muy profundas que deben analizar los 25 países miembros del bloque, pero no dijo si su país aún realizaría el referendo, al que muchos analistas políticos consideran muerto y sepultado.
El resonante "no" en Holanda, incluso más contundente que el 55% obtenido el domingo en Francia, es la señal más reciente de la ira de los holandeses con la élite política desde el asesinato, en el 2002, del político populista antiinmigración Pim Fortuyn y por la muerte de un cineasta que era un duro crítico del islamismo.
Uno de los principales defensores del "no", Geert Wilders, considerado un heredero de Fortuyn, solicitó la dimisión de Balkenende y la convocatoria a nuevas elecciones.
Los comicios serán en el 2007 y Balkenende ha dicho que no dimitiría en caso de que la Constitución fuera rechazada.
La hostilidad hacia la moneda única europea -el euro-, los temores al establecimiento de un superestado europeo, así como las preocupaciones por la inmigración, la seguridad y la pérdida de influencia de Holanda, al igual que el desencanto con el gobierno y la debilidad de la economía impulsaron el voto de rechazo.
El rechazo de la Constitución en Holanda podría dar un golpe mortal al Tratado, elaborado para simplificar el funcionamiento de la Unión después de su ampliación de 15 a 25 estados.
El resultado también genera dudas sobre las esperanzas de los líderes de la UE de una política exterior más fuerte y sus planes para ampliarse aún más hacia los Balcanes, Turquía y Ucrania.
Además plantea interrogantes sobre la reforma económica del bloque.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso admitió que el "no" holandés anuncia tiempos difíciles para la Unión Europea. Los líderes de la UE deben discutir cómo continuar el proceso de ratificación entre el 16 y 17 de junio.
Interrogantes
"El veredicto de estos referendos (Francia y Holanda) presenta ahora ante todos nosotros profundas interrogantes sobre la futura dirección de Europa". Jack Straw, Canciller británico.
Peligro
"Es peligrosa la posición del bloque ahora. Necesitamos mostrarle al mundo que nos adherimos al camino de un mejor futuro". Jean-Claude Juncker, Primer Ministro Luxemburgo.