
El exdictador Efraín Ríos Montt endureció su discurso contra la clase económicamente poderosa en Guatemala, como parte de su campaña para la elección presidencial de noviembre.
“Aquí hay dos caminos: asumir nuestra responsabilidad cívica y desarrollar el país, o someternos como peones para ser explotados por los señores de siempre”, dijo Ríos Montt durante su discurso a la asamblea extraordinaria en la que su partido definió las candidaturas a diputados.
Sin embargo, Ríos Montt aclaró que no busca la confrontación.
“Oígase bien: no promovemos una lucha de clases, como la supercúpula económica busca hacer creer a su comparsa”, dijo.
“Los poderosos se han acostumbrado a explotarnos y hoy el partido del pueblo les dice: ¡Basta ya, este pueblo está cansado de agachar la cabeza!”, añadió Ríos Montt.
En esa misma asamblea, el sábado, el secretario general adjunto del FRG, Arístides Crespo, aseguró que los opositores “saben que van a perder, no solo el proceso electoral sino sus fortunas construidas con base en la sangre, el sudor y las lágrimas de las inmensas mayorías desposeídas de Guatemala”.
Ríos Montt a lo largo del tiempo ha procurado aprovechar la frustración de la gente menos favorecida y explotar el resentimiento frente al capital, dijo ayer el analista político Juan Callejas.
Callejas colaboró con Ríos Montt durante años hasta su separación del Frente Republicano Guatemalteco (FRG) en 1995.
Según el analista político Héctor Rosada, el FRG podría, en cuatro años que ha estado en el gobierno, provocar una lucha de clases como no lo logró la guerrilla marxista en 36 años de una guerra civil que concluyó en 1996.
Ríos Montt gobernó de facto entre 1982 y 1983, y en dos ocasiones (1990-1995) intentó llegar al poder, pero lo prohibieron las autoridades electorales.