
Copiapó, Chile DPA La llegada de nuevas maquinarias de sondeo marcaron ayer la nueva fase de las labores de rescate que buscarán establecer por primera vez contacto con los 33 mineros que permanecen atrapados desde el jueves bajo la mina San José, en la ciudad chilena de Copiapó.
Los equipos de perforación reanudaron los trabajos en la zona, luego de que fueran suspendidos el sábado cuando el ducto de ventilación por el que iban a entrar los rescatistas sufrió nuevos derrumbes.
“A pesar de las dificultades (...) estamos buscando nuevas vías a través de los sondajes. Esta tarea compromete al Gobierno de Chile y les digo a los familiares que no los vamos a dejar solos”, señaló el presidente Sebastián Piñera.
“El trabajo de sondaje continuará para llegar con lo más vital: oxígeno, agua, alimento y comunicación con ellos”, agregó.
El mandatario indicó que mientras trabajen las maquinarias para instalar la sonda de comunicación, los expertos también trabajarán en despejar la rampa de acceso al yacimiento de cobre y oro, además de sacar los escombros del ducto de ventilación para continuar con esa opción de rescate en pie.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, se mantiene supervisando las labores de la maquinaria, mientras que miembros del equipo de rescate aclararon que la mina sigue ventilándose de forma natural, por lo que no faltaría aire en las próximas horas.
Los familiares demostraron su emoción con la llegada de las máquinas, ya que aplaudieron mientras estas entraban al pique, reviviendo las esperanzas de saber en qué estado están los trabajadores.
Rodrigo Jofré, uno de los representantes de los parientes de los mineros, explicó que si las labores de sondeo resultan, los trabajadores podrían estar hasta un mes dentro de la mina. Sin embargo, aclaró que las labores serán arduas y en ellas participarán familiares.