
Si los planes se cumplen, Vladimir Putin alcanzará en marzo su tercer mandato presidencial, y Dimitri Medvédev, su protegido y actual presidente, lo esperará en la silla que hoy ocupa su maestro: la de primer ministro.
Todo depende de que el partido Rusia Unida venza hoy en las elecciones parlamentarias y en las presidenciales del 4 de marzo. De acuerdo con las encuestas y los diez últimos años de vida política rusa, ambos resultados se concretarán sin mayores dificultades.
Anunciado en setiembre, este enroque en la cúpula del poder abrió un chorro de críticas que acusan a Medvédev de cuidar la silla del verdadero líder, quien no quiso ensuciar su imagen con una enmienda que permitiera un tercer mandato consecutivo.
De paso, en su administración, Medvédev aprobó una reforma que amplía el turno de Gobierno de cuatro a seis años, de modo que ahora es posible (y legal) que Putin se mantenga en el poder por 12 años consecutivos.
Medvédev, en cambio, es percibido como su consentido, una figura encargada de pulir la imagen del premier, a quien admira y considera el mejor político de su país.
“El primer ministro Putin en la actualidad es, sin duda, el político con más autoridad de nuestro país y su
Las encuestas apadrinan lo dicho por el presidente. Hace poco menos de un mes, el Centro Levada divulgó un sondeo que le concedía un 57% de popularidad a la gestión de Medvédev, nueve puntos menos que en julio. La labor de Putin, en cambio, era aprobada por el 61% de los consultados.
“El liderazgo fue siempre de Putin, que tuvo que aceptar muchas decisiones de Medvédev, aunque no le gustaban, porque no quería que este apareciera como disminuido”, dijo Yuri Luzhkov, alcalde de Moscú hasta que fue cesado en el 2010 por Medvédev, al diario
Las reformas democráticas anunciadas por el colapso de la Unión Soviética en 1991 generaron esperanzas de que Rusia finalmente podría convertirse en una nación libre y progresista, pero después de 11 años de Putin en el poder, primero como presidente y ahora como primer ministro, muchos están desilusionados y son pesimistas sobre el futuro.
Amigo de Silvio Berlusconi, a quien considera “uno de los mejores políticos de Europa, pese a su actitud escandalosa con las mujeres”, Putin incomoda por el amplísimo margen de maniobra que tiene en el tablero del Kremlin.
Esta semana, Serguéi Mirónov, líder del partido Rusia Justa y expresidente del Senado, alertó que la única ideología de Rusia Unida “es hacer lo que mande el camarada Putin”.