Se trata de la última sesión parlamentaria de Koizumi, quien ya confirmó su intención de abandonar el poder en setiembre.
La reanudación de las sesiones parlamentarias coincide con el escándalo financiero de un portal nipón de Internet, que el miércoles causó el cierre anticipado de la bolsa de Tokio, por primera vez en la historia de la segunda plaza financiera del mundo.
Koizumi hizo referencia en su discurso inaugural a algunos de los temas candentes del país, como la posible apertura del trono imperial a las mujeres y la revisión de la Constitución pacifista.
"Para garantizar una sucesión estable al trono imperial, presentaré una revisión de la Ley de la Casa Imperial ", dijo Koizumi.
En noviembre pasado, un comité de expertos recomendó permitir a las mujeres ocupar el trono del Crisantemo, por primera vez desde el siglo XVIII, para preservar la sucesión.
El Primer Ministro también anunció la puesta en marcha de una legislación para convocar un referéndum y revisar la Constitución pacifista de 1947 para dotar al país "de un ejército auténtico", algo hasta ahora prohibido.
El Primer Ministro nipón, sin embargo, bajó el tono de sus expectativas diplomáticas al hablar de la política exterior de Japón, fuente permanente de conflictos con sus vecinos desde el 2004, sobre todo con China.
Tras reconocer "divergencias de visión" con Pekín y Seúl, Koizumi prometió "fortalecer la cooperación" con esos países, "muy importantes" para Japón. No explicó cómo piensa hacerlo.