Washington y Bruselas renovaron la presión sobre Pyongyang e Irán, también por sus actividades nucleares, en una declaración conjunta al término de su cumbre anual, celebrada en la capital estadounidense.
Ambas fuerzas políticas expresaron su "preocupación grave" por el programa de armas nucleares de Corea del Norte y por la declaración de Pyongyang del 10 de febrero, en la que afirmó haber fabricado bombas atómicas.
Corea del Norte "claramente ha violado sus obligaciones según el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), el tratado de salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y otros acuerdos internacionales de no proliferación", afirma la declaración.
Además, Washington y Bruselas expresaron en el documento su apoyo a las conversaciones "a seis bandas" para negociar una solución al conflicto.