El presidente iraní Mohammad Jatamí calificó ayer de "escoria" a los Muyaidines del Pueblo que reivindicaron el asesinato del general Alí Sayad Chirazi, uno de los más altos dignatarios militares del país.
"Las escorias que perpetraron ese crimen matando a uno de los mejores hijos del ejército y de la nación no tienen lugar en el pueblo iraní", declaró el jefe de Estado durante un discurso en ocasión del desfile militar de la jornada de las fuerzas armadas en la gran plaza Azadi (Libertad) al oeste de Teherán.
Los Muyaidines del Pueblo, principal movimiento de oposición armada al régimen, que cuenta con bases en Irak, reivindicó el asesinato el 10 de abril en Teherán del general Chirazi, segunda personalidad de estado mayor supremo de la fuerzas armadas.
Jatamí, destacó la necesidad de que los gobernadores de las distintas provincias actúen de forma unida e independiente de las orientaciones de los grupos a los que pertenecen, en favor del pueblo iraní.
En una reunión con los gobernadores, Jatamí reiteró la importancia de que "presten especial atención a las clases medias y más desfavorecidas, reconozcan el derecho de los diferentes grupos políticos y mantengan contacto directo con el pueblo", según la emisora oficial Radio Irán.
"Como presidente del país, mis consignas son práctica del deber, paciencia y evitar tensiones. Esta es la política que continuaré hasta el final de mis funciones y espero que vosotros, como mis más próximos colaboradores, os mantengáis unidos y trabajéis por Dios y por el pueblo", recalcó.
Seguirá adelante
El moderado Presidente iraní añadió que seguirá adelante con el proceso de democratización en Irán, conforme a la Constitución de la República Islámica, y señaló que "el principio básico del progreso político se basa en la ley, el reconocimiento de los derechos y la libertad de expresión de la oposición".
Invitó a la oposición a que "preserve la seguridad de la sociedad y no actúe para perturbar las bases del régimen".
También recordó que "la sociedad iraní es religiosa. El pueblo cree en la soberanía de la religión. Así podrán continuar las cosas, si no enfrentamos a la religión con la libertad".
Para el Presidente iraní, "expresar las opiniones de manera adecuada no debilitaría al régimen islámico. Por el contrario, refrenar a la lógicasí lo haría".
Se refería al caso del Hoyatoleslam Mohsen Kadivar, un clérigo reformista iraní juzgado por un tribunal religioso bajo acusaciones de "mentira y engaño a la opinión pública" por expresar su oposición al principio del "Velayat e Faqih", poder absoluto del máximo líder, en este caso el ayatolá Ali Jamenei, que encabeza a los conservadores.