
Dublín. AFP Los sindicatos irlandeses preparaban hoy una manifestación para mañana en Dublín contra el ajuste impuesto para obtener un multimillonario rescate internacional, mientras Portugal, otro miembro frágil de la eurozona, negaba haber solicitado ayuda y España trataba de tranquilizar a los mercados.
“La población tiene que mostrar que hay una alternativa. Es importante que expresen lo que sienten frente a un plan que va a aumentar el desempleo”, dijo la portavoz de la convocante confederación sindical irlandesa ICTU, Macdara Doyle.
El plan de ajuste anunciado el miércoles prevé ahorrar $20.000 millones en recortes del gasto público y subidas de impuestos hasta 2014. Reduce las prestaciones por desempleo y por hijos, las pensiones de los funcionarios y el salario mínimo, y suprime casi 25.000 empleos públicos.
Las medidas, destinadas a llevar al 3% el déficit irlandés -frente al 32% del Producto Interior Bruto (PIB) este año-, son presentadas como una condición previa al millonario plan de rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La ayuda, que rondará los $114.000 millones, podría anunciarse el domingo por la noche, según fuentes diplomáticas.
Una señal de que el plan está cerca de finalizarse es que los equipos del FMI, la UE y el Banco Central Europeo (BCE) presentes desde hace una semana en Dublín se reunieron ayer con los líderes de los partidos políticos y tenían cita hoy con los representantes sindicales.
Pero esto no ha bastado para tranquilizar a los mercados, que siguen convencidos que después de Grecia e Irlanda, Portugal será el próximo país de la eurozona en pedir un rescate, y temen también un contagio a España.
El gobierno portugués desmintió hoy cualquier presión del BCE y de otros países de la eurozona para que solicite ayuda financiera internacional, y calificó de falsas las informaciones publicadas por el diario Financial Times Deutschland .
Alemania y la Comisión Europea también negaron haber presionado a Portugal.
En Madrid, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó por su parte un eventual rescate de España, donde la prima de riesgo de los bonos españoles marca máximos históricos.
“No hay ningún escenario posible que contemple el rescate de España”, dijo Zapatero y advirtió que todos los que alimentan esa idea no contribuyen a que la situación se serene.
En Irlanda, la cólera de la población se centra en la bajada del sueldo mínimo, que es una de las exigencias de la UE, según confesó ayer John Gormley, líder de lo Verdes, socios minoritarios de la coalición gubernamental.
La oposición, que tiene prácticamente asegurada la victoria en las elecciones anticipadas previstas a principios del 2011, advirtió que modificará el plan cuando lleguer al poder.
El impopular gobierno irlandés debería debilitarse todavía más con la pérdida de las elecciones parciales celebradas ayer en el condado de Donegal (noroeste). El revén anunciado reduciría la mayoría de la coalición en el parlamento a sólo dos diputados.
Conscientes de la provisionalidad del gobierno, los sindicatos quieren movilizarse contra un plan de rigor que consideran “una declaración de guerra contra los bajos salarios”, según el primer sindicato del país, el Siptu.
Los sindicatos esperan beneficiarse del descontento popular tras la petición de ayuda exterior, pero podrían toparse con la resignación de muchos irlandeses conscientes de que no hay alternativa a la austeridad, y con el temor a que la manifestación degenere en violencia.