
Managua. AP. La prensa nicaragüense aguarda a que el presidente electo, Daniel Ortega, haga algún gesto para entablar contacto, tras una campaña en que casi no habló con los medios, y con los antecedentes de censura del gobierno sandinista entre 1979 y 1990.
“Hasta ahora lo único que ha hecho es decir: aquí hay libertad de expresión, calúmnienme, no importa, que no les voy a responder”, dijo la editora de la sección política del diario La Prensa , Xiomara Chamorro.
Los medios de comunicación en este país centroamericano están acostumbrados a tener tensas relaciones con el poder, desde los años en que la dinastía Somoza gobernaba el país y los días en que el régimen sandinista puso tanques frente a un medio.
Pero siempre los gobiernos fueron los principales proveedores de ingresos de los medios a través de la publicidad.
Durante las primeras horas después de que su victoria era irreversible, Ortega se reunió con líderes del sector empresarial y la Iglesia Católica, que junto con la prensa fueron sus principales oponentes de su administración. Sin embargo, para los medios de comunicación aún no hay acercamiento.
“En los gobiernos democráticos las tensiones disminuyeron pero hubo presión por otras vías. Con el limitado espacio de poder que tenía desde la oposición, el Frente Sandinista ayudó a pasar una ley que elimina las exoneraciones a la importación de equipos e insumos para los medios de comunicación, ojalá ahora que tienen el poder no hagan algo peor”, añadió Chamorro.
Cambio. El director del Nuevo Diario , Francisco Chamorro, indicó que los medios nicaragüenses han aprendido de las restricciones a la pauta publicitaria con que gobiernos y empresarios han querido presionarles en los últimos años. “Ahora los medios no dependen de la publicidad oficial o de un puñado de anunciantes”, comentó.
El director de Canal 2, Joel Gutiérrez, cree que Ortega no podrá enviar censores a los medios de comunicación como hacía décadas atrás. “Son circunstancias distintas, la vez pasada entró por las armas y disolvió la legislación para crear las reglas del juego, ahora incluso aceptó reformas que le quitan poder al presidente”, dijo.