Washington. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pidió el viernes el fin del arresto domiciliario del expresidente y senador colombiano Álvaro Uribe, a quien describió como un “héroe”, tras una conversación telefónica con el actual mandatario de Colombia, Iván Duque.
“Hablé hoy con nuestro gran aliado, el presidente Iván Duque de Colombia. El presidente Donald Trump y yo estamos agradecidos por nuestra asociación para la libertad en este hemisferio y nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico de drogas. Respetamos las instituciones y la independencia de Colombia”, dijo Pence en Twitter.
“Pero en tanto el expresidente Álvaro Uribe está bajo arresto domiciliario, nos unimos a todas las voces amantes de la libertad en todo el mundo para pedir a los funcionarios colombianos que permitan que este héroe, que ha recibido la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos, se defienda como un hombre libre”, añadió.
But, as Former President @AlvaroUribeVel is under house arrest, we join all freedom loving voices around the world in calling on Colombian officials to let this Hero, who is a recipient of the US Presidential Medal of Freedom, defend himself as a free man.
— Mike Pence (@Mike_Pence) August 14, 2020
Uribe, quien gobernó Colombia entre el 2002 y el 2010, y desde el 2014 es senador, recibió la orden -el 4 de agosto- de la Corte Suprema de permanecer en su residencia en detención preventiva, en el marco del proceso que se le sigue por manipulación de testigos contra un opositor.
El exmandatario derechista, de 68 años, está recluido en su hacienda en el norte de Colombia, donde espera su eventual llamado a juicio por parte del máximo tribunal, que lo juzga en su calidad de legislador.
Uribe, quien siempre contó con el respaldo de Duque, su delfín, ha alegado inocencia y cuenta con un sólido apoyo popular tras su política de mano dura contra las guerrillas izquierdistas.
La investigación que enfrenta podría llevarlo a juicio por soborno y fraude procesal, dos delitos castigados con unos ocho años de cárcel.