Madrid. La pujanza de la extrema derecha de Vox dominó este viernes el final de la campaña electoral española, dos días antes de unos comicios que serán los cuartos en cuatro años y que auguran un bloqueo político persistente.
Los sondeos de intención voto prevén una victoria sin mayoría absoluta del presidente saliente, el socialista Pedro Sánchez.
También anticipan un fuerte ascenso de Vox, que podría duplicar los escaños que actualmente tiene, 24 de los 350 del Congreso de los Diputados (cámara baja), y convertirse en la tercera fuerza política española.
Una situación utilizada por Sánchez para movilizar el voto de izquierdas, como ya hizo en abril, cuando ganó las votaciones legislativas sin mayoría absoluta.
"Lo que tenemos que hacer los votantes progresistas es movilizarnos el 10 de noviembre y frenar a la ultraderecha con nuestro voto", dijo este viernes en la televisión pública española.
Sánchez censuró a sus rivales de derecha, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos, por su cercanía con Vox, gracias al cual ya gobiernan las regiones de Madrid y Andalucía, y la alcaldía de la capital.
Los tres partidos dieron un paso simbólico este jueves, cuando en el Parlamento regional madrileño adoptaron una proposición no de ley, promovida por Vox, instando al gobierno central a la “ilegalización inmediata de aquellos partidos separatistas que atenten contra la unidad de la nación”.
Un propósito que el líder de Vox, Santiago Abascal, defendió enérgicamente en su multitudinario mitin de cierre en la plaza de Colón, en Colón,que concluyó con fuegos artificiales.
“Si los españoles nos apoyan, no nos temblará el pulso para suspender la autonomía (catalana), para ilegalizar a los partidos separatistas y para ordenar la detención y puesta a disposición judicial del golpista Torra”, dijo, refiriéndose al presidente regional de Cataluña, Quim Torra.
Pedro Sánchez “lo hace como una llamada a la movilización de la izquierda, porque es lo que en buena parte ya le funcionó el 28 de abril”, comentó el politólogo Miguel Requena Teruel, quien agregó que “en el PP empiezan a estar asustados de que la subida de Vox en los sondeos sea real”.
Tanto el PP (66 diputados en la cámara saliente) como Vox esperan haber capitalizado la tensión en Cataluña, donde Barcelona y otras ciudades vivieron unos disturbios inéditos tras la condena de nueve líderes separatistas a penas de cárcel.
El gran perdedor sería Ciudadanos, un partido que con su escoramiento del centro a la derecha en los últimos años parece haber alienado a muchos de sus votantes. Según las encuestas, podría derrumbarse de 57 asientos a apenas una quincena.
Frente al ruido del conflicto catalán, la economía quedó en un segundo plano, pese a los indicadores de empleo y crecimiento que apuntan a una ralentización de la actividad este año y el próximo.
Fragmentación política
Como ya sucede desde el 2015, cuando voló por los aires el tradicional bipartidismo PP/PSOE, las elecciones del domingo estarán marcadas por una gran fragmentación.
Concurren tres agrupaciones de derecha, tres de izquierda (Partido Socialista Obrero Español -PSOE-, la izquierda radical de Podemos y una escisión de este último, Más País), además de tres partidos separatistas catalanes y dos partidos vascos, amén de otras formaciones regionales.
Sánchez cerró la campaña con un mitin en Barcelona, donde presentó a su partido como el único capaz de garantizar la estabilidad.
“La única opción que garantiza gobierno y avance es el Partido Socialista, es la única opción el próximo domingo”, clamó ante sus simpatizantes.
Los sondeos no le dan mayoría (fijada en 176 escaños) ni al bloque de derechas ni al de izquierdas, lo que hace presagiar que “el bloqueo va a estar bastante a la orden del día”, comentó Requena.
El líder del PP, Pablo Casado, manifestó de momento que su formación no ayudará a a Sánchez en una futura sesión de investidura en el Parlamento.
“El PP no facilitará en ningún caso una investidura de Pedro Sánchez”, reafirmó al cerrar la campaña en Madrid.
Tras los comicios de abril, el PSOE y Podemos fracasaron en su intento de formar un gobierno de coalición, lo que terminó por precipitar la repetición electoral de este domingo.
Aquel fiasco prolongó una situación de bloqueo político que se está cronificando, y por la que apenas se legisla en el Parlamento. Prueba de ello es que el presupuesto en vigor es el de 2018, elaborado por el anterior gobierno conservador del PP.
En las horas previas a la votación, el domingo a partir de las 9 a. m. (2 a. m. hora de Costa Rica), las miradas estarán puestas en Cataluña, donde asociaciones separatistas han convocado movilizaciones este sábado, jornada de reflexión.
🎞️ @sanchezcastejon: El socialismo catalán y el socialismo español somos la esperanza de Cataluña y España.
— PSOE (@PSOE) November 8, 2019
Arriba, a votar el próximo domingo y a ganar las elecciones en Cataluña y España y a gobernar los próximos 4 años
El futuro es nuestro ‼️
A por ello ‼️#VotaConElCorazon pic.twitter.com/vVSr0zEPwi