Managua. AFP y EFE. La crisis energética mantiene a Nicaragua sumida en la oscuridad y su vida cotidiana semiparalizada, en medio de un descontento creciente de la población.
La oscuridad sumerge a extensas zonas de la capital nicaragüense y otras ciudades, obligando a la población a echar mano de candiles, lámparas y velas, o a quemar neumáticos para iluminarse por falta de electricidad.
Por temor a que los delincuentes aprovechen la oscuridad, los pobladores se juntan en las aceras de sus casas para acompañarse, cuando también el calor y nubes de mosquitos asolan la ciudad.
El congestionamiento vial, particularmente en los semáforos, ha generado un verdadero caos, ante la falta de agentes de tránsito para ordenarlo.
La ministra de Salud, Maritza Cuan, dijo a la prensa que algunos hospitales están resintiendo los apagones, con pérdidas de material refrigerado, como vacunas.
En las pulperías de barrios, los dueños se quejan de pérdidas de alimentos, como leche y carne.
El economista independiente Néstor Avendaño elaboró un informe sobre los seis meses de gestión gubernamental del presidente Daniel Ortega, en el que señala que la crisis energética ha puesto en entredicho la tasa de crecimiento de Nicaragua, prevista en 4,2% para el 2007.
El economista anotó que los racionamientos de luz tendrán efectos “complejos y devastadores” sobre la pequeña y mediana industria, que representan el 40% del producto interno bruto (PIB).
Orden. El Gobierno y agentes del sector energético intentaban ordenar los cortes a fin de que la población pueda realizar sus actividades cotidianas sin mayor complicación, pero aún sin resultados.
Con este propósito se dispuso que en la capital se mantendría de forma ininterrupida el servicio eléctrico por las mañanas para facilitar las actividades del Gobierno.
No obstante, continuaban los cortes de energía sin que se acate un programa que debía ser publicado por la distribuidora eléctrica española Unión Fenosa, según el acuerdo establecido entre los sectores involucrados en el problema.
El Instituto Nicaragüense de Energía (INE) emplazó ayer, martes, a la distribuidora a hacer público el plan de racionamiento.
El director de INE, David Castillo, acusó a Unión Fenosa de aplicar más horas de corte de lo acordado con el Gobierno en los circuitos donde la empresa tiene más pérdidas a causa de conexiones ilegales.
Por su parte, los dueños de pequeños negocios y algunos pobladores organizados en la no gubernamental Red Nacional de Defensa de los Consumidores anunciaron que presentarán una demanda por vía legal contra Unión Fenosa por perjuicios a su actividad.
Cecilio Espinoza, de la asociación de pobladores del municipio de Ciudad Sandino, en declaraciones a El Nuevo Diario , advirtió que si las acciones legales no surten efecto contra Unión Fenosa van a movilizar a la gente a las calles.
En este municipio, 15 km al noroeste de Managua, los apagones alcanzan las nueve horas continuas, según lo pobladores.