República Dominicana. Las delegaciones de Chile y de Bolivia llegaron a Santo Domingo con la intención de conversar sobre el fenómeno migratorio que aqueja “al barrio” que también tiene a Venezuela como actor.
Miles de venezolanos parten de su tierra con el objetivo de buscar una vida mejor en el extremo sur de Sudamérica y utilizan la frontera entre el territorio boliviano y el chileno para llegar a su destino.
Las tres naciones tienen entre sus planes iniciar conversaciones sobre este tema durante la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, que se celebra este viernes y sábado en esta isla caribeña.
Sin embargo, el ambiente podría complicarse debido a los planes de Bolivia de incluir en las negociaciones su centenario desacuerdo marítimo con Chile en procura de lograr una salida al océano Pacífico.
El presidente boliviano, Luis Arce, puso el tema en la mesa el pasado jueves y los campanazos de alerta resonaron de inmediato en la delegación chilena.
Haciendo eco de las palabras de Arce, el canciller Rogelio Mayta manifestó que Chile y Bolivia tienen que “construir una relación de confianza para que fluyan las relaciones de vecindad”.
“El tema de la reivindicación marítima para el pueblo boliviano es irrenunciable; lastimosamente tuvimos la pérdida de nuestra cualidad marítima fruto de una guerra y está planteada una reivindicación expresada en la Constitución Política.
“Pero entendemos también que tenemos una relación de vecindad con Chile y lo que nuestro presidente expresó es una serie de aspectos que pretende una relación positiva, constructiva”, aseveró Mayta.
Las discrepancias entre ambos países datan de muchas décadas atrás. En octubre del 2018, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) resolvió que los chilenos no tienen obligación de negociar una salida hacia el mar con los bolivianos.
Por otra parte, Arce anunció este jueves que “Bolivia puede ejercer su derecho de desmantelar la canalización de las aguas del río Silala para beneficios de nuestros pueblos”.
Para Chile, el Silala es un río internacional y por esa razón no debe darse un acuerdo para usar sus recursos.
Bolivia también hizo alusión a temas bilaterales, ofreciendo un diálogo siempre que Chile acepte hablar acerca del mar, lo que fue calificado en La Moneda como un intento de chantaje.
Alberto Van Klaveren, canciller de Chile, atendió a la prensa en la sede de la cumbre Iberoamericana. Mencionó que pudo saludar a sus homólogos de Venezuela, Perú y Bolivia.
Sin embargo, consultado sobre la nueva postura de Arce, respondió de manera escueta y se fue rápidamente mientras los periodistas apuraban el paso atrás suyo en medio de una barrera de edecanes que impedían el paso.
“Hay acceso al espacio de diálogo con Bolivia y estamos fortaleciendo ese espacio. Hay muchos temas en que realmente hay intereses comunes entre Chile y Bolivia. Incluso ya los empezamos a mencionar.
“Creo que dejaría todo hasta ahí y no quiero entrar en ninguna polémica. No me parece oportuno y no me parece conveniente también dar un punto de vista de lo que son los intereses de ambos”, dijo Van Klaveren antes de retirarse.