El patriarca ortodoxo Bartolomeo I visitó ayer una catedral que será consagrada el próximo domingo y agradeció a las autoridades cubanas por haberla construido.
Acompañado por el historiador de la ciudad y artífice del templo, Eusebio Leal, el sumo sacerdote llegó en la mañana a la basílica de San Francisco, a un costado de la cual se ubica la nueva capilla.
De estilo bizantino, la sede religiosa tiene delicadas lámparas, frescos en las paredes y un mobiliario litúrgico valioso, incluyendo un antiguo frontón sobre la puerta traído especialmente desde Grecia.
“Agradezco por la construcción del templo de San Nicolás”, dijo el patriarca unos minutos después de recorrerlo. La catedral se consagrará oficialmente el domingo.
Paralelamente, Leal calificó de figura emblemática de la vida contemporánea, al Pontífice, quien se ha caracterizado por su interés en los problemas del medio ambiente en todo el mundo.
Bartolomeo I llegó a la isla el miércoles por la noche y fue recibido por el presidente, Fidel Castro.
En la entrada de la flamante catedral, un singular mosaico, realizado con pequeñas piedras pegadas, muestra a Castro entregándole la llave de la iglesia al patriarca.
A pocos metros, el religioso inauguró una exposición de fotografías de Nicolás Manguinas, sobre los 12 años de vida pastoral de Bartolomeo y sus giras por todo el mundo.
Más de 200 imágenes muestran al clérigo con personalidades como el presidente estadounidense, George W. Bush; el libio Moamar Gadafi, el palestino Yaser Arafat, el francés Jacques Chirac y el papa Juan Pablo II. También muestran su labor entre enfermos, víctimas de catástrofes y niños.
Bartolomeo I es el máximo jefe espiritual de 300 millones de cristianos ortodoxos en todo el mundo, de los cuales unos 4 millones viven en América Latina y 2.000 son residentes en Cuba. La visita se extenderá hasta el 26 de enero y contempla reuniones del patriarca con líderes de otras religiones.