El Vaticano (AP). El papa Benedicto XVI levantó las excomuniones de cuatro obispos consagrados sin consentimiento papal hace 20 años por el ultraconservador arzobispo francés Marcel Lefebvre, dijo el Vaticano el sábado.
El papa actuó pese a las protestas de judíos, de que uno de los cuatro obispos dijo esta semana en una entrevista en la televisión sueca que hay enormes pruebas históricas contra la posibilidad de que 6 millones de judíos hayan muerto en las cámaras de gas. El reporte motivó que el principal rabino de Roma pidiese al Vaticano que suspendiese planes para rehabilitarle.
El portavoz del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo que las opiniones del obispo Richard Williamson no tuvieron impacto alguno en la decisión de levantar la excomunión.
La decisión del papa no significa que él comparte las ideas o comentarios de Williamson, que van a ser juzgados por su propio significado, dijo Lombardi, de acuerdo con la prensa local.
Lefebvre fundó la Sociedad Sacerdotal de San Pío X en 1969, opuesta a las reformas de liberalización del Segundo Concilio del Vaticano de 1962-65, particularmente la autorización de celebrar misas en idiomas locales, en lugar de latín.
Los cuatro obispos fueron excomulgados en 1988 luego de que Lefebre les consagrase sin permiso de Roma. Lefebvre fue excomulgado también.
En una declaración el sábado, el líder actual de la sociedad y uno de los obispos rehabilitados, Bernard Fellay, expresó su gratitud a Benedicto y dijo que el decreto ayudaría a la iglesia católica.
La sociedad considera que la iglesia está en crisis y culpa en parte a las reformas doctrinales del Segundo Concilio, incluyendo su rama ecuménica.
Nuestra sociedad desea siempre poder ayudar al papa a remediar una crisis sin precedentes que actualmente sacude al mundo católico, dijo Fellay.
Benedicto dejó claro desde el inicio de su pontificado que quería normalizar las relaciones del Vaticano con la sociedad, reuniéndose a meses de su elección con Fellay y cardenales para discutir formas de traer a la sociedad de nuevo bajo el manto del Vaticano.
En el 2007, Benedicto respondió a una de las demandas centrales de Fellay, al eliminar restricciones a la celebración de la misa latina tradicional. Al levantar el decreto de excomunión, el papa respondió a la segunda demanda de la sociedad para iniciar discusiones teológicas sobre la normalización de relaciones.
Con su decisión, Benedicto arriesgó enfurecer a los judíos, que ya se habían molestado por la rehabilitación de la vieja misa latina porque contenía una oración que pide su conversión.
El sábado, Shimon Samuels del Centro Simon Wiesenthal en París, dijo que él entendía el deseo del papa de unidad cristiana, pero dijo que Benedicto pudo haber excluido a Williamson, cuyo regreso a la iglesia _aseguró_ va a tener un costo político para el Vaticano.
Yo estoy seguro de que como alguien que ha conocido en persona el régimen nazi, él entiende que uno tiene que ser muy cuidadoso y selectivo, dijo Samuels.