
Santiago de Compostela, España. AFP El papa Benedicto XVI denunció ayer, en España, el retorno del “agresivo” movimiento anticlerical que vivió el país en la década de los 30 y además exhortó a que Europa se abra a Dios.
Ante el descenso del catolicismo en ese país, el jefe de la Iglesia dijo que un movimiento de secularización y el enfrentamiento entre la fe y la modernidad vuelven a producirse hoy fuertemente.
El Papa llegó durante la mañana al aeropuerto de Santiago de Compostela y fue recibido por el príncipe heredero de la Corona, Felipe de Borbón, su esposa, Letizia Ortiz, y otras autoridades.
“Vengo como peregrino en este Año Santo Compostelano y deseo unirme así a esa larga hilera de hombres y mujeres que, a lo largo de los siglos, han llegado a Compostela para ponerse a los pies de Santiago”, anunció el Sumo Pontífice.
Tras su llegada, visitó la catedral de Santiago y por la tarde celebró una multitudinaria misa al aire libre en la contigua plaza del Obradoiro, en la que llamó a Europa a abrirse a Dios y calificó de tragedia el hecho de que a partir del siglo XIX se extendiera en el continente la convicción de que Dios es el antagonista del hombre.
La visita de Benedicto XVI coincide con el Año Jacobeo, que la Iglesia Católica celebra cada vez que el 25 de julio, festividad de Santiago, cae un día domingo.
Luego de concluir la misa, el Papa viajó a Barcelona, donde hoy consagrará el templo de la Sagrada Familia, del arquitecto catalán Antoni Gaudí, que tras 128 años de construcción aún está inacabada .
El peso del catolicismo cayó en picada en España desde que terminó la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975) y dejó de ser la religión oficial.
El viaje del Papa también tiene lugar meses después de la entrada en vigor en España de la ley de ampliación del aborto, que provocó protestas del Vaticano.