
BUCAREST (AFP) Los líderes de la OTAN rechazaron el jueves en su cumbre de Bucarest otorgar a Georgia y Ucrania el estatuto de candidato oficial a la Alianza Atlántica, aunque les prometieron una futura adhesión, lo que equivale a un compromiso entre la posición estadounidense y la de algunos aliados europeos.
La decisión fue celebrada como una victoria por esos ex países soviéticos y criticada por Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin llegó el jueves por la noche a Bucarest para participar el viernes en una reunión inédita con sus homólogos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En su tercera cumbre en un país del ex bloque comunista, la OTAN decidió por otra parte invitar formalmente a Albania y Croacia a adherirse, y frenó en cambio las aspiraciones de Macedonia, que deberá resolver el problema bilateral que la enfrenta a Grecia por su nombre antes de ingresar a la Alianza.
Tras duras negociaciones hasta el último minuto entre defensores del "sí", encabezados por el presidente norteamericano George W. Bush, y partidarios del "no", liderados por la canciller alemana Angela Merkel, los 26 miembros de la OTAN alcanzaron un difícil compromiso sobre Georgia y Ucrania.
"La OTAN saluda las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania y Georgia y los dirigentes de la OTAN se comprometen a que esos dos países se conviertan un día en miembros de la Alianza", declaró el secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, al leer el texto acordado.
De este modo, Bush no logró imponer su pretensión de que Georgia y Ucrania fuesen admitidos como candidatos en Bucarest, aunque se aseguró al menos en su cumbre de despedida que las dos ex repúblicas soviéticas tengan un futuro euroatlántico.
Para Georgia, el resultado de la cumbre fue "histórico", según su ministro de Integración Europea, Giorgi Baramidze.
De su lado, el presidente ucraniano, Viktor Yuchenko, calificó de "victoria" la promesa de la OTAN.
En cambio, Rusia advirtió que la entrada de Georgia y Ucrania en la OTAN constituirá "un error estratégico" que traerá "consecuencias muy serias" para la seguridad en Europa, según su viceministro de Relaciones Exteriores, Alexander Gruchko.
En cuanto a los Balcanes, Croacia y Albania se convertirán en los socios 27º y 28º de la OTAN, mientras que Macedonia vio frenadas sus aspiraciones a pesar de ser candidato desde 1999 hasta que no encuentre un acuerdo con Grecia por el problema bilateral que las enfrenta.
Macedonia quiere ser conocida internacionalmente como República de Macedonia, pero Grecia se opone a ello, afirmando que esto podría implicar pretensiones territoriales sobre su región septentrional del mismo nombre.
En la plenaria del jueves, el presidente francés Nicolas Sarkozy confirmó, por otra parte, el envío de un batallón adicional de 700 soldados al este de Afganistán para reforzar la misión de la OTAN en medio de la complicada situación en esa zona y en el sur del país ante la resistencia talibán.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), liderada por la OTAN desde 2003, cuenta actualmente con 47.000 hombres de 39 países y debería aumentar sus efectivos a 50.000, gracias a los refuerzos prometidos por once países.
Al margen de la cumbre, Estados Unidos y la República Checa llegaron a un acuerdo para instalar en territorio checo una parte del escudo antimisiles norteamericano, anunciaron el jueves ambos países en un comunicado conjunto.
La OTAN "saludó" el jueves la contribución del futuro escudo antimisiles norteamericano en Europa central en la "protección de los aliados" europeos, subrayando sin embargo la necesidad de completarlo, en su declaración final de la cumbre de Bucarest.
Los líderes de la OTAN instaron además a Rusia a vincular su sistema de defensa antimisiles con el norteamericano y otro sistema que la Alianza Atlántica analiza crear, según ese texto.
Por último, los líderes de la Alianza Atlántica acordaron que su próxima cumbre tenga lugar en abril de 2009 en Estrasburgo y Kehl, en la frontera franco-alemana, coincidiendo con el 60º aniversario de la Alianza Atlántica.
Esta cumbre podría ver a Francia reintegrarse al mando militar de la OTAN, abandonado en 1966 por decisión del general Charles de Gaulle, recordó Nicolas Sarkozy.
© 2008 AFP