Las autoridades cubanas presentaron ayer a la prensa una cinta de video para probar su afirmación de que el disidente Elizardo Sánchez Santa Cruz trabajó varios años como agente de la Seguridad del Estado, en un doble juego político.
Tras los caminos del camaján, el agente Juana , muestra el acto privado donde Sánchez fue condecorado con la orden al Servicio Distinguido el 28 de octubre de 1998, al cumplirse un año de su labor como el agente Juana de la Seguridad del Estado.
Según la cinta, Sánchez fue condecorado por el coronel Arístides Gómez en cumplimiento de la orden 654 del jefe de la División de Enfrentamiento a la Contrarrevolución, con la anuencia del ministro del Interior, general Abelardo Colomé Ibarra.
“Gracias, compañeros, estoy consciente”, dice Sánchez a unos pocos oficiales del Ministerio del Interior presentes en la ceremonia, la cual comenzó con las notas cantadas del himno nacional y terminó con un brindis.
Sánchez, uno de los opositores cubanos más conocidos, se apresuró a afirmar que todo era parte de la “guerra sucia” del gobierno contra la oposición y aseguró que no recuerda ese momento porque en los encuentros que tuvo con la seguridad del Estado en varias ocasiones sufrió una cierta “desorientación” debido a algo que presume le daban en la bebida.
“No tengo pruebas de esa desorientación y estupefacción que sufrí más de una vez... Hay un día en que yo perdí noción de la realidad, del tiempo. No tenía noción de lo que estaba ocurriendo, solo un recuerdo neblinoso”, dijo por teléfono a la agencia Reuters el disidente cubano.
Sánchez reconoce haber mantenido decenas de contactos desde 1997 con la seguridad del Estado para tratar de mejorar la situación de los presos políticos o abusos de derechos humanos, no para ofrecer información sobre diplomáticos o visitantes extranjeros, como se asegura en el libro El camaján (como le dicen en Cuba al vividor), presentado en agosto por dos periodistas estatales.