
Aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos entraron en vigor este miércoles, lo que provocó represalias de la Unión Europea (UE) y la indignación de China, que advirtió que tomará las medidas “necesarias” para defender sus intereses.
El presidente Donald Trump, defensor de una política económica proteccionista bajo el lema “Estados Unidos primero”, anunció en febrero la imposición de estos gravámenes sin excepciones, afectando también a Canadá y México, sus socios en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Por su parte, la UE respondió de inmediato con la renovación de aranceles a productos estadounidenses que había adoptado en 2018 y 2020, pero que luego dejó sin efecto. Además, sumó un nuevo paquete de gravámenes que incluye al bourbon, las motocicletas Harley-Davidson y los yates.
“Creemos firmemente que, en un mundo marcado por incertidumbres geopolíticas y económicas, no es conveniente sobrecargar nuestras economías con aranceles”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al leer un comunicado.
China también criticó la decisión. “Las acciones de Estados Unidos violan gravemente las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), afectan el sistema comercial multilateral y no contribuyen a solucionar el problema”, afirmó Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín. Además, aseguró que el país asiático, mayor fabricante mundial de acero, “tomará todas las medidas necesarias para proteger sus derechos e intereses legítimos”.
Decepción y lamento
El Reino Unido expresó su “decepción” por la medida pero anunció que, por el momento, no aplicará represalias.
“Nos enfocamos en un enfoque pragmático y negociamos rápidamente un acuerdo económico más amplio con Estados Unidos para eliminar los aranceles adicionales”, declaró Jonathan Reynolds, secretario de Estado de Comercio.
Japón también lamentó la decisión de Washington de no excluirlo de los gravámenes. Aunque no anunció de inmediato, represalias, su portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi, dejó abierta la posibilidad de futuras acciones.
Canadá será el país más afectado por los aranceles, ya que suministra la mitad de las importaciones de aluminio y el 20% de las de acero a Estados Unidos, según la consultora EY-Parthenon.
Otros proveedores de aluminio, como Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Baréin y China, también enfrentarán consecuencias, al representar entre el 3% y el 6% de las compras estadounidenses. En el caso del acero, Brasil (17% de las importaciones) y México (10%) serán los más perjudicados después de Canadá, seguidos por Corea del Sur, Alemania y Japón.
Estados Unidos importa aproximadamente la mitad del acero y el aluminio que utiliza en sectores clave como la industria automotriz, la aeronáutica, la petroquímica y los bienes de consumo, incluidas las conservas.
Desde el inicio de su segundo mandato, Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de negociación con sus socios comerciales, como incentivo para que las empresas trasladen su producción al país y como fuente de ingresos para el gobierno federal. Durante su primer mandato (2017-2021), ya había aplicado gravámenes similares, aunque entonces se establecieron excepciones para Canadá, M