Justin Welby, de 56 años, sucederá en el cargo de arzobispo de Canterbury y líder espiritual de la comunidad anglicana, formada por 77 millones de fieles en todo el mundo, a Rowan Williams, de 62, quien se retira al final de diciembre tras un mandato de diez años.
Educado en el prestigioso Eton College y licenciado en Derecho e Historia por la Universidad de Cambridge, Welby trabajó durante 11 años en la industria petrolera en Francia y en Inglaterra, donde llegó a ser director financiero de la compañía Entreprise Oil, antes de recibir la llamada de Dios. Desde entonces, la carrera eclesiástica de este hombre, casado y que tuvo seis hijos, ha sido meteórica.
El nuevo arzobispo heredará una Iglesia muy dividida entre progresistas y tradicionalistas por ordenar como obispos a mujeres y homosexuales.
En su primera conferencia, expresó su respaldo a la ordenación de obispas, que debe ser votada en el próximo Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, previsto del 19 al 21 de noviembre.
Sobre los matrimonios homosexuales, a pesar de que es conocido por ser contrario a ellos en el seno de la Iglesia, Welby se mostró más pragmático y abierto al intercambio de opiniones, al tiempo que condenó la homofobia. “Hay que querer de la misma manera que Jesucristo nos quiso”, expresó..