
Washington. AFP. Richard Holbrooke, emisario del presidente Barack Obama para Afganistán y Pakistán y según el mandatario "uno de los gigantes de la política exterior de Estados Unidos", murió ayer a los 69 años tres días después de haber sufrido una crisis cardiaca.
“Estados Unidos ha perdido esta noche a uno de sus defensores más acérrimos y uno de sus servidores más dedicados”, señaló la secretaria de Estado Hillary Clinton en un comunicado donde ella se describe a sí misma como una “amiga, colega y confidente” de Holbrooke.
Holbrooke había sido sometido el viernes a una larga operación de la aorta, después a una segunda intervención durante el fin de semana, y su estado era muy crítico.
Unas horas antes del anuncio de su deceso, Obama había asegurado que Holbrooke era un “duro de pelar”.
“Richard es encarnizado, jamás para”, había señalado Obama durante una recepción en el departamento de Estado. “Estados Unidos y el mundo son más seguros gracias al trabajo del embajador Richard Holbrooke”, artesano del acuerdo de paz que puso fin a la guerra en Bosnia en 1995, recordó.
Una vez conocida su muerte, Obama emitió una declaración en la que lamentó la pérdida de quien calificó como "un gigante" de la diplomacia norteamericana.
“Michelle y yo estamos profundamente entristecidos por el fallecimiento de Richard Holbrooke, un verdadero gigante de la política exterior de Estados Unidos, que ha hecho a Estados Unidos más fuerte, más seguro y más respetado”, señaló el mandatario.
“Fue una figura única, que será recordado por su incansable diplomacia, amor a la patria, y la búsqueda de la paz. Durante casi 50 años, Richard sirvió al país que amaba con honor y distinción”, indicó Obama en su comunicado.
Obama le había confiado en enero de 2009, a su llegada a la Casa Blanca, la difícil tarea de representar a la diplomacia estadounidense en Afganistán y Pakistán, una región donde Estados Unidos lleva a cabo desde 2001 una guerra contra los talibanes.
La carrera diplomática de Holbrooke se extendió por casi 50 años, desde el Vietnam en guerra hasta su última misión en Afganistán y Pakistán, con pasajes también coronados con el éxito en el mundo de la banca, cuando los republicanos reemplazaron en el poder a los demócratas.
En 1995, el presidente Bill Clinton lo designó como secretario de Estado adjunto encargado de Europa, cargo bajo el cual sería el artesano de los acuerdos de paz de Daytona, que pusieron fin a la guerra de Bosnia.
Para negociar eso que, hasta el día de hoy, se considera como uno de los más grandes sucesos de la diplomacia estadounidense, Holbrooke emprendió numerosos viajes a la ex Yugoslavia. No vaciló en hablar duramente a Slobodan Milosevic, el hombre fuerte de Belgrado.
“Fue el diplomático por excelencia, capaz de enfrentar a los dictadores y defender los intereses de Estados Unidos en las circunstancias más difíciles”, escribió Hillary Clinton en la noche de este lunes.
“Esta semana, sus médicos aprendieron lo que los diplomáticos y los dictadores del mundo entero sabían desde hace largo tiempo. Nadie es más duro que Richard Holbrooke”, había declarado la secretaria de Estado menos de dos horas antes del anuncio de su muerte.
Nacido el 24 de abril de 1941 en Nueva York y padre de dos hijos, Holbrooke se casó en 1994, en su tercer matrimonio, con Kati Marton, ex periodista y ex esposa del destacado presentador de noticias Peter Jennings.