Maurice Wilkins, el físico británico cuyos experimentos propiciaron el celebrado hallazgo de la estructura del ADN, murió en un hospital londinense a los 88 años, informó ayer Kings College, la universidad donde trabajaba.
Wilkins, que obtuvo el Nobel de Física y Medicina en 1962, el mismo año que los descubridores de la doble hélice del ADN, Francis Crick y James Watson, falleció acompañado de su familia tras muchos años dedicados a la ciencia prácticamente en la sombra.
La comunidad científica expresó su pesar por la pérdida del físico, que pasó siete años verificando la hipotética estructura de doble hélice del ADN.
Además, fueron sus experimentos en cristalografía de rayos x los que posibilitaron el hallazgo de Crick y Watson.
Wilkins, y después Rosalind Franklin, demostraron que los rayos x podían utilizarse para investigar el ADN.
“Maurice Wilkins desempeñó un papel clave en uno de los descubrimientos más importantes de la historia”, afirmó Adrian Hayday, profesor de Inmunobiología en el londinense Kings College.
Relevante y modesto
En esta línea se pronunciaron otros científicos, que destacaron la modestia de Wilkins y su dedicación a la ciencia.
“Fue un científico muy importante que probablemente no obtuvo el reconocimiento que merecía por descubrimientos que han revolucionado la ciencia”, dijo Stephen Minger, profesor de Ciencias Biomédicas del Kings College.
Fue Wilkins quien obtuvo por primera vez una imagen de rayos x del ADN y quien enseñó a Crick sobre el ácido desoxirribonucleico e inspiró a Watson.
Nacido en 1916, Wilkins estudió Física en la Universidad de Cambridge, antes de trasladarse a la de Birmingham.
Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en la Universidad de California, donde participó en el proyecto Manhattan, a cargo del diseño de la bomba atómica.